La Memoria de la tragedia de Ribadelago aflora en un Museo
La localidad zamorana inaugura el Museo en recuerdo a las víctimas de la rotura de la presa Vega de Tera
Unas 200 personas asistieron hoy en Ribadelago (Zamora) a la inauguración del Museo de la Memoria, que recuerda a las personas que fallecieron en la noche del 9 de enero de 1959, cuando la presa de Vega de Tera reventó y ocho millones de metros cúbicos de agua descendieron con furia el cañón del río Tera, arrastrando rocas y arrancando árboles y todo lo que encontraron a su paso, incluidas las vidas de 144 ribalagueses.
El Museo de la Memoria de Ribadelago expone más de 60 fotografías, documentos y paneles explicativos, así como enseres de la época, aunque el objeto expuesto que más llamó la atención de los visitantes es un fragmento de la propia presa, “que se deshace solo con tocarlo”, según hizo ver a ICAL un descendiente de una de las víctimas.
El pasado 19 de marzo, el Ayuntamiento de Galende recibió el antiguo edificio consistorial como sede del Museo de la Memoria de Ribadelago, una iniciativa costeada por la Diputación de Zamora, a excepción del proyecto, según recordó durante la inauguración el alcalde, José Manuel Chimeno, quien agradeció la presencia del presidente en funciones, Víctor López, y diputados provinciales de los distintos grupos políticos. “Les traído aquí porque quiero que sean ellos quienes empiecen a exportar lo que aquí tenemos. Que den fe de la realidad de lo que ocurrió y que, igual que lo tienen los ciudadanos de Ribadelago en la memoria, que sirva para que no se olvide que Ribaldeago existió, existe y está vivo”, recalcó.
“Lo que hay aquí es todo lo que la Asociación Hijos de Ribadelago trabajó y expuso en su día, que fue itinerante y que, últimamente, estaba ubicado en la Casa del Parque. El resto estaba guardado en un almacén. La exposición es amplia”, describió.
José Manuel Chimeno apuntó que el Ayuntamiento de Galende promovió un concurso de fotografía cuyo resultado también ocupa parte del espacio expositivo, así como obras de la pintora local María de León y Sanabria. “Es hija de Ribadelago y aquel día fatídico murió mucha de su gente y ella lo plasma en su obra”, puntualizó.
"Deuda"
El presidente en funciones de la Diputación de Zamora, Víctor López, hizo hincapié en que el Museo de la Memoria representa “un sentimiento” para los habitantes de la localidad. “Es una deuda que se tenía con este pueblo, sus vecinos y todas las personas que sufrieron esa catástrofe hace 65 años. Inauguramos la primera parte de este museo, con una inversión muy importante, de casi 368.000 euros. Esto será el comienzo para una serie de proyectos que se realizarán en este museo”, en referencia a la musealización y al arreglo del entorno del Museo, según se comprometió, dirigiéndose al alcalde de Galende en su nombre y en el del presidente de la Institución provincial, Javier Faúndez.
“Que todas las personas que visiten este museo recuerden lo que pasó aquí, a las víctimas, el sufrimiento de sus familiares y que sea ejemplo que este tipo de negligencias no pueden volver a ocurrir”, rubricó.
En este contexto, López de la Parte agradeció el trabajo realizado por el arquitecto del proyecto, Francisco Somoza; el diputado provincial Jesús María Prada; el anterior presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, y a “todas las personas que han trabajado para que sea una realidad”.
El portavoz del Grupo Popular en la Diputación de Zamora e impulsor del proyecto en el anterior mandato, Jesús María Prada, reconoció a ICAL su “emoción” por la culminación de un proyecto que “hace justicia, después de muchos años de olvido, a las víctimas” y apostilló: “Es un día emotivo, un día de fiesta para toda la sociedad zamorana. El impulso que dimos estos años a este proyecto no es por darse el pote, sino para rendir homenaje a las personas que sufrieron, aquellas 144 víctimas de 1959”.
Reivindicar construcciones de entonces
Por su parte, el arquitecto responsable del proyecto, Francisco Somoza, explicó que, tras la tragedia que supuso la muerte de 144 personas, se construyó un nuevo Ribadelago, “en el que había buenísimas intervenciones arquitectónicas” y reivindicó la “calidad” de las construcciones realizadas entonces. “La Corporación de Galende escogió el antiguo Ayuntamiento de Ribadelago para albergar un museo que pretendemos que sea vivo, una plataforma de reivindicación permanente de aquel recuerdo y del esfuerzo tremendo que han hecho los habitantes de la zona y los supervivientes de Ribadelago por perpetuar la memoria de las personas y de un lugar maravilloso como es Sanabria”, indicó.
“La tragedia no alteró solo la vida y la estabilidad de todas las familias, sino también el equilibrio de este lugar. Hoy es un día de acción de gracias a la Diputación, al Ayuntamiento, a quienes colaboraron en la ejecución de la obra”, subrayó.
Francisco Somoza incidió en el valor arquitectónico de los edificios de la época, como la sede del propio Museo, la iglesia, el cine y la escuela. “Está en riesgo de perder parte de su integridad. Pido a la Diputación y a las autoridades de aquí que preserven esos edificios maravillosos que también forman parte de nuestra historia”, concluyó.
El Museo ofrecerá desde hoy y durante los próximos días jornadas de puertas abiertas, de la mano de la Asociación ‘Hijos lo de Ribadelago’, hasta que se suscriba un convenio con la Diputación para asegurar la apertura de forma regular, “posiblemente, en fines de semana”, según comentó el alcalde. “Pretendemos mantenerlo abierto todo el verano y, después, llegar a un convenio con la Diputación y que haya una persona permanentemente”, insistió.