El toro enmaromado de Benavente se queda a media carrera

Con la explosión de la tercera bomba, a las 19.30 horas, ‘Rencoroso’, el Toro Enmaromado de 2023 , salió del toril en tromba, acompañado por una muchedumbre expectante para recorrer las calles de la ciudad, siempre guiado por los mozos conocedores de la técnica de esta tradición declarada en 1991 de Interés Turístico Regional. ‘Rencoroso’, un astado nacido el 15 de diciembre de 2017, de 590 kilos, castaño bragado corrido codillero, de la ganadería de Luis Algarra Polera, finca ‘La Capitana’, de Almadén de la Plata (Sevilla), cubrió el primer tramo.

En el pasaje de las Guindas se paró en dos ocasiones y empezó a mostrarse dudoso. A la entrada de la Rúa también se detuvo antes de acometer el que se considera el tramo más vistoso de la carrera. Ahí se produjo una pequeña escaramuza, en la que un hombre de 44 años, colaborador en la carrera del Toro Enmaromado, se vio arrinconado y sufrió un traumatismo craneoencefálico que, aunque, en principio, no fue de gravedad, conllevó su traslado al Hospital Virgen de la Concha, en la capital zamorana. También resultó herido un hombre de 60 años de un puntazo en la pantorrilla y, tras recibir en Benavente los primeros auxilios, fue derivado también a la capital zamorana.

El Toro Enmaromado llegó sin demasiados problemas a la primera argolla, en la plaza de la Madera, donde el astado y los mozos descansaron unos minutos antes de proseguir hacia la plaza de San Martín, aunque tardó demasiado en alcanzarla.

De hecho, ‘Rencoroso’ tardó casi tres cuartos de hora en cubrir el trazado desde el toril hasta la plaza de Juan Carlos I. A partir de ahí, apenas superó un centenar de metros de la calle de los Carros y se dio la carrera por terminada. Operarios del Ayuntamiento metieron al toro en un cajón y lo trasladaron al Matadero.

La bomba que anunciaba el sacrificio de ‘Rencoroso’ sonó a las 21.14 horas.

El alcalde de Benavente en funciones, Luciano Huerga, destacó la ”espectacular” salida del toril, “una de las mejores de los últimos años”, y lamentó que el astado “se fuera haciendo reservón” hasta que se detuvo y fue necesario encajonarlo para conducirlo al Matadero. “Tenemos que estar contentos porque no ha habido muchas cogidas de gravedad. Les deseamos una pronta recuperación a los heridos. Me sumo a los agradecimientos a todos los colaboradores, especialmente a quienes se han quedado hasta el final, que comprenden que el festejo termina cuando llega el toro al Matadero”.

“Ha sido un toro muy reservón y, desafortunadamente, hemos tenido que estrenar el cajón este año. Ha habido una cogida por asta de toro y un traumatismo craneoencefálico”, apuntó la concejala de Fiestas en funciones, Patricia Martín.