Diario de Castilla y León

La Sierra de la Culebra una semana después: «Restringimos el consumo del agua por miedo a que falte»

La posible escasez es una preocupación entre los lugareños que vaticinan que el verano será complicado y peligrará el suministro

Un caño emana agua a la salida de Otero de Bodas, uno de los pueblos más afectados por el incendio.- E. M.

Un caño emana agua a la salida de Otero de Bodas, uno de los pueblos más afectados por el incendio.- E. M.

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

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El agua centra parte de las preocupaciones de los vecinos afectados por el incendio de la Sierra de la Culebra en Zamora . Temen que, tras el fuego, empiece la escasez.

Cualquiera que piense en la Sierra de la Culebra en términos de agua tiene en mente el río Aliste, algunos de cuyos recodos son auténticos vergeles y, en términos de capacidad, en el embalse de Valparaíso. Pero no es menos cierto que la sierra nutre a personas, plantas y animales de infinidad de arroyos casi secretos que bajan desde las distintas cumbres. He aquí la bendición, he aquí ahora el peligro.

Antes incluso de llegar a las zonas incendiadas, el color pardo del calor y la sequía marca el tono vegetal. Luego, está la enorme mancha negra e infecta. Ferreras de Arriba cuenta con el río Castrón pero su cauce, como el de muchos otros, depende de las estaciones hasta el punto de que verlo seco en algún momento del año no es ninguna sorpresa, depende de la pluviosidad y, sobre todo, de las venas de agua surgidas de la falda de las peñas cercanas que surten a modo de un grifo de tierra.

Ahora, las lluvias serán un regalo envenenado ya que subsumirán o arrastrarán kilómetros de densa escoria dejada  por las llamas. «El pueblo ha quedado muy mal, h emos tenido que restringir un poquito el agua por miedo a que falte y porque hay que tener cuidado que ahora va a haber menos», comenta Teresa desde Villardeciervos

En Ferreras de Abajo auguran un similar y peligroso escenario. « Para este verano no habrá suficiente agua», vaticina José. «Se ha quemado todo alrededor de los manantiales», apunta Conchita. Los dos explican que «si cae mucha tormenta puede contaminarse y nos quedaríamos sin agua potable para este verano». Y Nelly , desde Otero de Bodas , advierte de que «se puede filtrar ceniza».  

Ha sido una de las primeras y perores alertas de la nueva normalidad que estas poblaciones habrán de vivir. Algunos alcaldes de estas localidades ya han advertido a los vecinos para que t raten de rebajar el consumo en las casas y nada de escapadas a manantiales a las que se atribuyen todo tipo de propiedades.

Por desgracia, los animales no saben leer los carteles de agua no tratada en las típicas fuentes de piedra que menudean en los pueblos, merenderos y retiros de paz, recuerdo de los tiempos en que allí se bebía de su caño y su pilón era lavandería o abrevadero.

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