TAUROMAQUIA
Franz Weber acusa a la Junta de vulnerar la Ley de Infancia con su circuito de novilladas
La fundación animalista lamenta el uso de fondos públicos para subvencionar la actividad e insta a la Junta a cumplir las leyes de protección de la infancia
La Fundación Franz Weber ha denunciado este lunes que la Junta de Castilla y León vulnera su propio marco normativo apoyando la realización de un “circuito” de novilladas para el cual empleó dinero público y soporte institucional, lamentando el uso de estos fondo fondos para subvencionar a una entidad "lobista" radicada en Madrid.
Los naturalistas recuerdan que este tipo de convocatorias se han presentado y organizado, de forma prácticamente idéntica, en comunidades gobernadas por PP y VOX, como el caso de Extremadura o la Comunidad Valenciana, donde se incluían promociones dirigidas a personas menores de edad. De este modo se producía un acceso gratuito que "vulnera" la Ley de promoción, atención y protección a la infancia en Castilla y León, tal y como ha denunciado la organización a través de una nota.
FFW señala que esta norma incluye un artículo muy específico sobre la presencia de menores en actividades lesivas para su integridad física o moral: “Aquellos en los que tengan lugar actividades o espectáculos violentos, pornográficos o de contenido perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad.”
A esta norma se suman las recomendaciones realizadas por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que en 2018 advirtieron específicamente sobre tauromaquia a España, afirmando que los menores "quedarían expuestos al sufrimiento real de los animales, contextos de riesgo de los participantes como cornadas o cogidas invalidantes o que causaran la muerte, y a toda la violencia que rodea a las novilladas", tal y como indicaron a través del Comentario General nº26.
FFW insta a la Junta a cumplir el marco normativo de protección a la infancia y a la adolescencia que, según dicen, "está siendo ignorado de forma deliberada para favorecer a grupúsculos asociados a la tauromaquia". La fundación defiende que este tipo de actividades "son la puerta de entrada a la banalización de la violencia, que hacen que niños y niñas vean como algo aceptable someter a un animal a contextos de crueldad por motivos culturales o sociales".