Los cuarenta de Pingüinos
De forma algo sorprendente, la pasión por acampar bajo la cencellada, que se inauguró en 1982 en Herrera, ha llevado a Pingüinos de 320 asistentes a los 40.000 que se esperan desde el jueves
De los primeros 320 valientes de la edición de 1982 en Herrera de Duero, a los 40.000 inscritos que se esperan desde el jueves en el ‘nido’ de la antigua Hípica Militar . Ahí es nada. Pingüinos se ha abierto camino año a año hasta convertirse en una de las concentraciones moteras invernales del mundo más aclamadas y situar a Valladolid en el foco de los aficionados las dos ruedas de toda Europa.
Una pasión por el motociclismo bajo la cencellada que ha podido con todo . Por ejemplo, las siete ubicaciones distintas a lo largo de estas cuatro décadas –Herrera de Duero (3), Fuensaldaña (3), Tordesillas (13), Boecillo (7), Simancas (una), Puente Duero (6) y Antigua Hípica (5, con la de este año)–, no solo no han hecho mella en la afluencia, sino que los inscritos no han parado de crecer. De récord de récord.
Algo en lo que ha jugado un papel decisivo la progresiva aproximación, edición tras edición, a la capital vallisoletana, una apuesta de éxito, de la que se benefician la ciudad desde el punto de vista económico, y los participantes con una mejor logística para el alojamiento, la restauración y el ocio .
Esta joya de la corona, envidia de todos los clubes de moto de España , tuvo sin embargo un origen humilde. Un inicio de viaje con más ganas que medios. Con la incertidumbre de si sería flor de un día, o la semilla de un secuoya.
Primero, con un embrión del actual ‘Pingüinos’, y con la marca de ‘Hipoconcentración 77’. La primera se celebró en el camping de Simancas, el 14 y 15 de mayo de 1997, con 330 participantes a lomos de bultacos, ossas y montesas. Mucho pantalón de campana y chupa ceñida. El equipo de sonido para toda la acampada era un megáfono. La ‘zona de recepción’, una mesa de camping, un folio y un boli.
Las sucesivas concentraciones ‘Hipo’, siempre en época primaveral, duraron hasta 1981, año en el que los impulsores del Club Turismoto, con Mariano Parellada y el actual tesorero y portavoz del club José Manuel Navas, entre ellos, decidieron dar un paso más: una concentración invernal al estilo de las que se organizaban en diferentes lugares de Europa.
Y le pusieron nombre a la mascota, Pingüino, un palmípedo torpe en movilidad en tierra, pero hábil en medio acuático . Un símil del motorista, lastrado por su uniforme de cuero mojado cuando baja de la moto, pero grácil y alado cuando mete la primera marcha.
Así, la primera cita bajo la marca de Pingüinos se llevó a cabo el 13 y 14 de marzo de 1982, en Herrera de Duero, junto al mesón Los Almendros. Acudieron 320 moteros. La cita en Herrera se prolongó dos años más, en cifras similares, pero Turismoto no se desanimó. Dieron el salto a Fuensaldaña entre 1985 y 1987 , y llegaron en la última edición a 752 asistentes. La cita iba tomando cuerpo y solera.
En 1988 llegó la mudanza a Tordesillas y ahí empezó el despegue. El primer año, en el Área 1, llegaron a 1.160 inscritos y el resto de años, hasta 2000 (con emplazamiento sucesivos de Área 2 y Valdegalindo) se instalaron en una media de 12.000 registrados. El año más brillante fue 1996, con 15.820 moteros, aunque si hubo fluctuaciones de asistencia fue más por inclemencia climatológica . Sucedió en 1989, por ejemplo, con un gran temporal de nieve.
El cambio se siglo trajo consigo una nueva mudanza y nuevo récord. Las instalaciones del Pinarón, en Boecillo, acogieron en 2001 a 17.120 inscritos, marca hasta la fecha , y un presagio de que Pingüinos entraba para siempre en cifras de élite en Europa. Tanto es así que cuando abandonaron esta localidad en 2007 lo hicieron con un total de 27.141 registrados.
Simancas fue una sede efímera, de solo uno año, en 2008, pero llevó al saco el nuevo récord de 29.812 inscritos . De hecho, el siguiente nido de Puente Duero no llegó a esas cifras entre 2009 y 2014, aunque las rozó con 26.000 de media.
Llegaron dos años convulsos para la acampada en 2015 y 2016, por problemas legales con la ubicación de Puente Duero y por litigios entre miembros de la organización, y las citas no se convocaron.
La nueva etapa se retomó en los terrenos de la antigua Hípica Militar en enero de 2017, acampada ya estable de por vida para Pingüinos, se supone. El momento cúlmen llegó en 2020 con 33.922 participantes, el récord de todas las ediciones y que, previsiblemente, se superará en 2022 tras un 2021 sin cita por las restricciones del Covid.
Es difícil condensar en pocos trazos los hitos de la concentración. José Manuel Navas apunta los progresivos cambios de sede como momentos "muy decisivos". "Tocaba reinventarse, pero todos conllevaban el aliciente de que íbamos a mas. Me quedo con todos, pero Tordesillas fue especial. Estuvimos más tiempo y en cuatro pinares, desde el inicial del área de los portugueses. Fue el salto a más de 20.000 inscritos", recordó. Otra fecha grabada fuego fue el 25º aniversario, con la edición de un libro , una gran exposición de motos en el Museo de la Ciencia y la visita de Ángel Nieto . "Ha sido el más grande, superó en hora y media el tiempo acordado, porque quería estar cerca de la gente", rememoró.