SOS de los hosteleros: «Sin ayudas directas cerrará el 50% de negocios»

La patronal de hostelería de Castilla y León cargó ayer con dureza contra el Gobierno central por ser la Administración que, a su juicio, está demostrando el menor compromiso con el sector, especialmente por eludir las ayudas directas «que son las que necesitan los hosteleros para sobrevivir». 

«Ya ha cerrado el 20% de los negocios.  Si no se ponen medidas y soluciones urgentes por parte de las administraciones, se puede llegar al cierre definitivo del 50% de las empresas».  Así lo denunció ayer la presidenta de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, María José Hernández, en una rueda de prensa telemática compartida con el presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio y la  presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel. 

En la misma línea, Aparicio insistió en que es muy insuficiente la atención del Gobierno central ante las «escalofriantes» cifras de asfixia que soporta el sector. «Las restricciones tan extendidas en el tiempo está trayendo la ruina a este sector tan denostado y señalado sin argumentos reales. Solo se puede paliar el cierre generalizado con algún ingreso. Ya no valen los créditos ICO o inyectar liquidez a través de préstamos, hacen falta ayudas a fondo perdido aportada de forma mancomunada por las administraciones públicas», clamó. 

«Estamos a un paso de perder gran parte un sector estratégico en Castilla y León y en España», insistió. «Los hosteleros tienen que pagar sin trabajar sus alquileres, impuestos, créditos, gastos generales y sus cuotas de la seguridad. Lo necesitan como el comer», protestó. 

Los tres, Aparicio, De Miguel –que habló de «situación dramática» y Hernández, han alzado la voz por las ayudas directas en las últimas semanas, pero ayer la representante de los hosteleros de la Comunidad bajó al albero con datos para apuntalar lo que «falta por hacer», sobre todo por parte del Ejecutivo de Sánchez. 

Tras recordar que la hostelería de Castilla y León ha cumplido, a su juicio, con todos los protocolos sanitarios y todas las medidas de seguridad, recalcó que, irónicamente, nada ha cambiado drásticamente para aminorar la pandemia, ya que «los contagios siguen aumentando», advirtió. 

Dicho esto, repasó el papel de las administraciones y, de alguna forma, puso nota a la actuación del Ayuntamiento de Valladolid, de la Junta y del Gobierno central. De sus palabras se desprendió un aprobado para las dos primeras y un suspenso bajo para el Ejecutivo de Sánchez. 

Sobre el Consistorio, celebró que atendiese el plan de choque basado principalmente en la anulación de las tasas de terrazas y en ayudas directas que aliviaran la situación de este sector. «Logramos la exención de la tasa de terrazas del año 2020, ampliado recientemente para el año 2021, y ayudas directas, que el Ayuntamiento otorgó para todas las pymes ubicadas en la capital vallisoletana», recordó. 

Sobre la Junta, Hernández valoró los últimos e importantes avances, pero no olvidó que la mano que tendió inicialmente se quedó corta. Así, rememoró que comenzó otorgando ayudas directas para la compra de material de protección individual y colectiva, ayudas para compensar la cotización de la Seguridad Social de los trabajadores incluidos en los Ertes y ayudas para restaurantes que tuvieran menos de cinco trabajadores. 

Cinco mil solicitudes 

«Estas ayudas son muy escasas para las necesidades del sector, pero se han visto fortalecidas por las ayudas directas por valor de 20 millones de euros ampliables a otros 10, que se convocaron el pasado 22 de enero y que tiene de plazo de solicitud hasta el próximo 22 de febrero, así como la concesión de ayudas por valor de 5 millones, para el acondicionamiento de terrazas», apuntó. 

Aunque el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco,  mostró su asombro en días pasados por el «escaso» número de solicitudes para las subvenciones, la titular de Hostelería y Turismo de Castilla y León, replicó ayer que ya hay cursadas 5.000 peticiones. Es más, haciendo una extrapolación de lo que han solicitado los asociados de Valladolid, manifestó que el 80% de los hosteleros ya ha rellenado el formulario de ayuda. 

Expuestas las calificaciones de ‘aprobados’, Hernández, dedicó la mayor parte de su exposición a atacar con dureza al Gobierno de PSOE-Podemos. Sostuvo que toda la mano tendida hasta ahora se ha limitado a avales para la solicitud de créditos ICO, ayudas en los alquileres y en moratorias fiscales, y hasta en eso, a su juicio, hay más maquillaje que ayuda real. 

«Las ayudas de los alquileres son para los grandes tenedores (propietarios con mas de diez locales), con una rebaja por parte del arrendador del 50%. El resto queda excluido. Al final, el que te ayuda es el propietario y no el Gobierno». Segundo torpedo. 

Finalmente atacó el mejor trato tributario. «No buscamos exenciones fiscales. Si no hay ingresos, no se puede pagar. Por ello, debemos de poner un suspenso en la gestión del gobierno de la nación a la hora de ayudar al sector hostelero. Nos ha dado la espalda», resumió Hernández. 

Globo sonda

A juicio, todo se ha quedado en un rosario de promesas incumplidas.  Recordó que el presidente anunció, cuando decretó el estado de alarma, la disponibilidad de 200.000 millones de euros para ayudar a sacar adelante la economía del país. «Ha sido un globo sonda. En absoluto se ha cumplido la promesa realizada en aquel momento. El Gobierno ya ha anunciado su negativa a conceder ayudas directas al sector, en clara contraposición a lo que están realizando otros gobiernos de la UE, y en los que la repercusión de la hostelería y cuyo turismo es inferior en el PIB nacional al que tenemos en España: 12,9 en el turismo, del cual el 6,5 pertenece a la hostelería», aseguró. 

Hernández puso  ejemplos. «Rumanía sola, triplica (2.000 millones) las ayudas que han dado todas las autonomías juntas en España;Italia (5.400) es siete veces superior, Francia 8 veces superior, Alemania 13 veces superior; Dinamarca 68 veces superior…. y así podríamos continuar con los países del entorno de la Unión Europea», concluyó.