Diario de Castilla y León

SOCIEDAD

Pajarillos sale a la calle para luchar «contra el narcotráfico y la degradación del barrio»

Desde la Coordinadora afirman que ya «no se esconden» y van «a las farmacias a comprar jeringuillas» / Cerca de 300 personas secundan la manifestación para «concienciar a los que tienen que poner fin a este problema»

Pajarillos sale a la calle para luchar «contra el narcotráfico y la degradación del barrio» - J. M. LOSTAU

Pajarillos sale a la calle para luchar «contra el narcotráfico y la degradación del barrio» - J. M. LOSTAU

Publicado por
R. Chamorro

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«Que se vayan, se vayan, se vayan, que se vayan de Valladolid», con estos cánticos, a ritmo de charanga, comenzó el recorrido de la manifestación del barrio de Pajarillos contra el «impune repunte de venta de droga» en sus calles, para que la barriada, como los pájaros, puedan ‘volar en libertad’.

Una lucha que tiene solera y que «dio sus frutos en 2014», cuando los vecinos dejaron «de salir a la calle porque parecía que había cesado», declaró la presidenta de la Coordinadora contra el Narcotráfico de Pajarillos, Aurelia Fernández.

Con el bombo a cuestas y acompañada por otros miembros de la organización, Aurelia encabezó la concentración dejándose la voz por «amor al barrio en el que se crió y crecieron sus hijos». Una manifestación que acogió a unas 300 personas comprometidas con la causa y «enfadados» por la ausencia de reacciones de peso por parte de los «mandamases» de la ciudad.

«Nosotros no podemos hacer más, no somos policías ni tenemos puestos de responsabilidad», afirmó. «Queremos concienciar a los que tienen que poner fin a este problema», añadió. «Da pena decirlo, pero los farmacéuticos nos han confirmado que ya van hasta a las farmacias a comprar jeringuillas, ya no se esconden», lamentó la presidenta, «a pesar de que nunca les hemos visto ‘pincharse’ en la vía pública y espero que nunca tengamos que verlo». Y es que cada vez se hacen más fuertes y se ocultan menos y, además, se va viendo el deterioro que van sufriendo a causa de los estupefacientes.

«Entran en determinado edificio, suben y bajan rápidamente de manera que los ves». En estos «edificios donde se vende droga» se ve un gran trasiego y por eso se puede llegar a conocer los puntos de venta en el barrio. Una zona de Valladolid que se siente abandonada y todavía espera una respuesta, sobre todo, de la justicia. «Los jueces son muy importantes, los jueces y las leyes», dijo Aurelia, quien no está de acuerdo con la disminución de algunas penas de los acusados por vender droga. «Los detienen, se les juzga y la pena es mínima para todo el daño que causan», expuso.

Con una pancarta que rezaba «Contra el narcotráfico y la degradación del barrio», los vecinos recorrieron algunas de las calles más reconocidas de la barriada. Otros cargaban carteles en los que se podía leer «Pajarillos sí, traficantes no». Todos aportaban su pequeño granito de arena. «Yo vengo a participar, ‘a hacer bulto’, hay que hacerse fuertes y dejarse ver para que se den cuenta de que no son solo unos pocos los que se percatan de este problema», declaró una de las asistentes a la concentración.

«Queremos un barrio limpio de drogas, queremos un barrio limpio de narcotraficantes», continuaron cantando, mientras caminaban.

Con el sonido de los gritos y la música los curiosos también se asomaron a las ventanas o se arremolinaron en las aceras colindantes. Muchos de ellos dejaron claro su «absoluto desacuerdo» con esta concentración, con frases tan punzantes como «cuánta gente, cuántos colaboradores para nada» o, incluso, algunos decidieron tirar por la vía del insulto con «¡venga guapos! ¡garrulos! ¡continuad!»

Ante esto, los manifestantes hicieron oídos sordos y continuaron cantando «el barrio está que arde, os vais a quemar».

«Esperamos que sea la última vez que tengamos que salir a la calle, pero no depende de nosotros», concluyó Aurelia Fernández. La Coordinadora contra el Narcotráfico lleva luchando por un Pajarillo ‘limpio’ de drogas desde 2003. En estos 16 años han realizado numerosas actuaciones para señalar y buscar solución al problema, siempre desde una forma autogestionada y sin subvenciones. Uno de los grandes éxitos de los vecinos de Pajarillos es sentar en el banquillo a varios miembros del clan de los Monchines «para hacer justicia». «Tuvimos la inmensa fortuna de que teníamos un ángel con nosotros, Doris Benegas» y gracias a eso, «se consiguió meter a esos sinvergüenzas en la cárcel».

Una lucha que tiene como cabeza visible a Aurelia Fernández, pero que cuenta con mucha gente detrás. Gente que ha vivido toda la vida en el barrio y no quiere marcharse a otras zonas, porque para ellos sería como arrancar una página de sus biografías, de sus memorias. Personas mayores que han visto crecer a sus hijos y a sus nietos en esas calles y que esperan que con estas movilizaciones puedan vivir «en paz» y disfrutar de un barrio «magnífico».

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