La UVa subasta un piso en Benidorm que heredó de un periodista de la BBC

Un día te levantas por la mañana y «¡Piticlín! ¡Piticlín!» Coges el teléfono y al otro lado no está el enemigo, como decía Gila, sino uno de los representantes de un bufete de abogados de Reino Unido, para decirte que te han dejado en herencia un apartamento en primera línea de playa, en Benidorm.

A pesar de que la situación suena a ciencia ficción, esto fue lo que le pasó a la Universidad de Valladolid, en el año 2015, durante el rectorado de Daniel Miguel y el vicerrectorado económico de Alfonso Redondo, en cuyas funciones se incluye la adquisición de bienes y derechos, así como su cesión o enajenación.

La institución académica recibió una llamada, desde Inglaterra, de un despacho jurista. Según fuentes de la UVa, en dicha comunicación, el letrado informó de que uno de sus clientes había dejado como donación un piso en el edificio Acapulco, con vistas a la playa de Poniente de Benidorm, para la Universidad. Del mismo modo, el abogado aclaró que la concesión era de forma absolutamente desinteresada y con la única condición de que pusiesen una placa en honor al oferente. A día de hoy, el distintivo se encuentra en el Servicio de Medios Audiovisuales, departamento sito en la Residencia Alfonso VIII.

La sorpresa por parte de la institución fue tal que comenzaron a indagar sobre el donante para saber qué relación tenía con la Universidad de Valladolid. El desconcierto fue aún mayor cuando conocieron que el oferente era un periodista de la BBC, y que no tenía ningún lazo reconocido con la facultad. En un primer momento, en el testamento quedó escrito que el piso quedaba en usufructo para su mujer, de origen británico, por eso hasta 2015, cuando esta falleció, no supieron nada de la existencia de la donación inesperada.

Una vez realizadas las primeras investigaciones sobre la procedencia de la propiedad y posibles cargas, la institución comenzó con el procedimiento interno, a través de sus servicios jurídicos, para elaborar la documentación de necesaria aprobación en el Consejo de Gobierno de la Universidad y el Consejo Social. Tras la asamblea, el apartamento de 59 metros cuadrados pasó a formar parte de los bienes de la UVa, pese a que nunca se utilizó y siempre estuvo cerrado.

Ayer, cuatro años después de la lectura de esta última voluntad, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó una resolución, firmada por la nueva vicerrectora económica, Elena Escudero, en la que se anunció la celebración de la subasta pública, «mediante la presentación de ofertas sobre cerrado» del piso en la Avenida de la Armada Española número 20, cuarto G, en Benidorm (Alicante).

A fecha de 10 de septiembre de 2019, se declaró «la alineabilidad y el inicio del expediente de enajenación». El precio inicial de licitación se situa en 235.891,54 euros, basado en el peritaje realizado en el 2015, (con una fianza exigida del 25% del tipo de licitación). La puja tendrá lugar el 19 de diciembre, a las 10.00 horas, en la sala de reuniones de la primera planta de la Casa del Estudiante, sita en la calle Real de Burgos s/n.

La dependencia encargada de tramitar el expediente es la sección de Patrimonio y Compras, responsable «del registro de las operaciones de alta de bienes o adquisiciones del inmovilizado, registro de operaciones de baja, registro de operaciones especiales, cumplimiento de las obligaciones de carácter catastral».

Para obtener la documentación necesaria, los interesados deben acudir a este departamento en la Casa del Estudiante o entrar de forma digital en la sede de la Universidad de Valladolid. La fecha límite de obtención de documentos e información es el último día del plazo de presentación de proposiciones en el Registro Auxiliar, concretamente el 22 de noviembre de este mismo año, a las 14.00 horas.

DONACIÓN SORPRESA

En Reino Unido no es extraordinario que una persona fallecida deje en su testamento, como última voluntad, alguno de sus bienes a instituciones académicas u otros organismos. Pese a que esto no es habitual en España, tampoco es la primera vez que la Universidad de Valladolid recibe la donación de un inmueble.

El otro caso también se dio durante el anterior mandato rectoral, con Daniel Miguel a la cabeza, cuando una mujer cedió un piso de la calle García Morato, en la capital vallisoletana, a la institución. Este apartamento ya se vendió en su día, y nunca se supo el nombre de la persona que lo dejó en herencia, por petición expresa de la antigua dueña de que su identidad fuese anónima.