Sin rastro del joven engullido por el pantano de Soria

El joven desaparecido en las aguas del pantano se llama Anwar Chaoui tiene 25 años y vive desde hace años en el barrio de Lourdes de Tudela, junto a la torre, tal y como informó en su página web Diario de Navarra. El joven es el mayor de tres hermanos y vive con sus padres, originarios de Marruecos. Trabaja en una empresa de componentes de la automoción de Tarazona, localidad zaragozana que se encuentra en fiestas desde este martes, motivo por el cual Anwar Chaoui y su novia, de 24 años, tenían fiesta y decidieron ir a pasar el día al enclave de la Playa Pita donde desapareció.

Poco antes de las 20.30 horas de ayer la Subdelegación del Gobierno en Soria informó de la finalización de la jornada de búsqueda del cuerpo del joven tudelano. Se cumplían en ese momento unas 50 horas desde su desaparición. Si la búsqueda ya era de por sí complicada por diferentes factores, ayer se sumó la meteorología para complicar aún más la tarea que lideran los especialistas del Grupo de Actividad Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. Las labores de rescate se reanudarán esta mañana.

Los trabajos de búsqueda se iniciaron este jueves al filo de las 9.30 horas el equipo GEAS de la Guardia Civil, formado por cinco personas. Desde la Subdelegación explicaron que «la lluvia, aunque puede incomodar y ralentizar las tareas de búsqueda, no impedirá que los efectivos vuelvan a sumergirse en la zona en la que se cree que se estaba bañando el joven cuando se hundió que tiene una profundidad superior a los 10 metros».

Tal y como se ha explicado estos días, hay varios factores que complican la localización del desaparecido. En primer lugar destaca la dificultad para establecer un punto «más o menos preciso» de la zona donde desapareció el joven tudelano. A esto se suma que hay una escasa visibilidad. Una vez superados los primeros 50 centímetros la turbidez del agua del pantano impide la visión y la búsqueda se realiza al tacto, según explicaron las autoridades encargadas del rescate.

Los especialistas del grupo de actividades subacuáticas utilizaron en un primer momento la técnica del fondeo de una boya sobre la que se ‘trazan’ círculos para ejecutar la búsqueda que se van ampliando de forma progresiva. La falta de resultado ‘obliga’ a cambiar al método de cuadrículas . En este caso se lanzan filieres, que son cabos lastrados, dibujando cuadrículas en el fondo, para saber dónde se ha buscado ya.

Tanto en 2017 como en 2012, cuando ocurrieron hechos similares, se tardó varios días en encontrar los cuerpos de los desaparecidos. El 6 de agosto de 2017 un vecino de Soria, natural de Gambia, de 22 años, se sumergió en el agua desde un patín acuático de alquiler y se hundió. Su cuerpo fue encontrado en la mañana del día 10 de agosto. Con anterioridad, en 2012, un ciudadano uruguayo, vecino de Burgos, desapareció también cuando nadaba en torno a un patín acuático. Su cuerpo fue encontrado el día 25 de agosto cuando su desaparición se había producido el día 23.

Según la información publicada por Noticias de Navarra, el joven reside en el barrio de Lourdes de Tudela y llegó a Navarra desde Marruecos hace unos ocho años. Hace unos años Anwar trabajó en el matadero avícola de Mélida y en estos momentos era empleado en la planta de Forvia, del grupo Faurecia y dedicada a la fabricación de componentes para el automóvil, en la localidad zaragozana de Tarazona, donde llevaba unos cuatro años de operario. El medio navarro explica que el lunes había trabajado en turno de tarde y el martes aprovechó junto a su pareja que se iniciaban las fiestas de Tarazona para desplazarse a pasar el día al pantano.

Según Noticias de Navarra el joven era recordado por amigos y familiares de Tudela como «muy querido, extrovertido y gran trabajador. Su pérdida es un palo para todos porque es un chico que tenía muchas amistades y era apreciado allí donde estuviera». El padre del desaparecido está en Soria siguiendo las labores de los equipos de rescate. Su madre se encontraba en Marruecos en el momento del suceso y está ahora regresando a su lugar de residencia, según el medio navarro.