ECCE HOMO SORIANO
La Federación Patrimonio carga contra la Diócesis de Soria por el repintado de la ermita del Mirón
Dice que «el alboroto no es exagerado» y habla de «mala praxis» / El templo está catalogado de «protección integral»
Dos personas sacan una foto del interior del templo cerrado
Dentro de la polémica surgida en torno al repintado de la ermita del Mirón en Soria, que ha llevado al Ayuntamiento a abrir un expediente por el grotesco resultado en los angelitos, la Federación por el Patrimonio de Castilla y León ha criticado a la Diócesis de Osma-Soria tras las últimas declaraciones efectuadas por el delegado de Patrimonio del Obispado, José Sala, quien tildaba de «un poco exagerado» el «alboroto» creado.
La federación, a través de la red X, señala que «el alboroto no es exagerado Osma-Soria. Los tiempos cambian y los profesionales hablan, comparten y nos comunican las malas praxis».
Añade que «la ciudadanía también custodia su legado y su identidad, independientemente de la propiedad y expresa su malestar y estupor por algo mal hecho».
El colectivo muestra dos imágenes de los ángeles repintados y se hace eco también de un tuit de otro usuario de El Burgo de Osma en el que señala: «El delegado de Patrimonio de la Diócesis de Osma-Soria dice que la chapuza la hizo un pintor «normal» y que «el alboroto que se ha formado en torno a este repintando del templo del Mirón es un poco exagerado. Y no caen cabezas», se dirige a Patrimonio de Castilla y León
La ermita de Nuestra Señora del Mirón, que permanece cerrada «hasta nuevo aviso» es un edificio que data del año 1725 y que goza de una «protección integral», según figura en el catálogo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Y «según definición de conceptos», tal y como figura en el PGOU, «encontrada en la disposición adicional única del Reglamento de Urbanismo de Castilla y León, se entiende por grado de protección integral aquel que afecta a todo el inmueble, preservando por tanto todas sus características, su forma de ocupación del espacio, y los demás rasgos que contribuyen a singularizarlo como elemento integrante del patrimonio construido».
Y continúa que «sin entrar en contradicción con la definición anterior, este grado de protección se establece para aquellos edificios que, por su antigüedad, rareza, valor arquitectónico, coherencia interna o integración paisajística deben mantenerse en su estado actual tanto en lo relativo a sus aspectos estructurales, como» (y aquí viene lo más importante, «como en los decorativos o acabados», por lo que concierne directamente al repintado de pareces, frisos colunnas y angelitos, como es el caso de la ermita de Nuestra Señora del Mirón.