Diario de Castilla y León

El vacuno de Salamanca impulsa al oeste peninsular

Carpisa Foods se cita en Ciudad Rodrigo para dar a conocer sus planes futuros tras comprar el antiguo matadero Majefrisa, con una capacidad de producción de más de 20.000 toneladas al año

Vicente

En la imagen, un trabajador de Carpisa Foods en las instalaciones del matadero en Ciudad Rodrigo (Salamanca)

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Diario de Castilla y León | El Mundo
Salamanca

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El oeste salmantino es tierra de bovino, en la que se extienden las dehesas y los bosques mediterráneos dan paso a una tierra donde la actividad agrícola y ganadera son las protagonistas. Hogar del toro bravo, pero que también destaca por la calidad del ganado, la belleza de sus paisajes y la seña de identidad de la provincia.

Gracias a esta garantía de la calidad de la zona, hay empresas que fijan aquí su objetivo para seguir aumentando su desarrollo. Es el caso de Carpisa Foods, quienes han apostado por Ciudad Rodrigo para establecer su matadero y poder garantizar así un mayor control en la cadena de producción desde su origen. Desde Griñón, en la Comunidad de Madrid, aterrizan en Miróbriga con una inversión de más de diez millones de euros que llega como un nuevo impulso económico para dinamizar el oeste peninsular.

“Hemos elegido Ciudad Rodrigo por un motivo, porque es donde están las vacas. En España es el sitio que cuenta con más densidad de vacas, y al surgir esta oportunidad no lo dudamos porque es una forma de estar mucho más cerca del campo, de estar conectado con los ganaderos, y era una parte muy importante que nos faltaba”, explica en declaraciones a Ical el director general de Carpisa, Jorge Castelló.

El grupo ha adquirido íntegramente el antiguo matadero Majefrisa, que a partir de ahora operará bajo el nombre de Carpisa Foods Ciudad Rodrigo, con 12.000 metros cuadrados, y con el que presumen de ser la “planta más avanzada y grande de Salamanca”. La instalación cuenta con una capacidad de producción de más de 20.000 toneladas al año de carne de vacuno en canal, y según detallan desde la compañía, las instalaciones han sido diseñadas y acondicionadas para aumentar la producción de carne de vacuno en la zona desde el origen.

“Nuestro objetivo es llevar el proceso a unos estándares de calidad máximos en Europa. Dado que nuestra empresa tiene unos estándares de calidad muy altos, hemos querido llevarlo a la parte de la cadena que nos faltaba, que es el proceso desde el campo hasta la fábrica”, continúa Castelló. Tras un año difícil para el campo, Carpisa ha aprovechado el contexto de la feria del sector agropecuario Salamaq, que se celebra hasta el lunes 9 de septiembre en Salamanca, para presentar y dar a conocer su proyecto.

Además, la compañía afirma que esta fuerte inversión no termina aquí. “Seguiremos invirtiendo y tenemos unas instalaciones con muchos metros y mucha capacidad de desarrollo y las administraciones están apoyando el proyecto con el que Carpisa está ilusionada”, detalla el director general.

Gracias a esta inversión, la comarca de Ciudad Rodrigo contará con un nuevo valor añadido en pro de la economía y del sector ganadero local. Una apuesta también por la dinamización económica del oeste peninsular, donde la tónica habitual es la crecida de la despoblación y no el asentamiento de nuevas empresas. Con ello, la vista a futuro es la incorporación de más superficie y áreas de trabajo especializado al matadero como deshuese, despiece y elaborados.

El objetivo, en palabras del gerente de Carpisa Ciudad Rodrigo, Antonio Sánchez, es crecer hasta el máximo de capacidad operativa del matadero. Algo, que insiste, no solo será favorable para la comarca, sino también para la provincia y el resto de la Comunidad. “El campo aquí produce, pero tenemos un porcentaje altísimo de animales que salen a cebarse fuera y también de animales que se sacrifican fuera de Castilla y León”, incide. Por ello, Sánchez ensalza la importancia de que este valor añadido quede dentro de la comarca de Ciudad Rodrigo y ayude a su desarrollo económico.

Un desarrollo que se ha visto también mejorado con la creación de más de 60 empleos directos y cuya intención es aumentar en los próximos meses ya que el proyecto se encuentra en búsqueda de más trabajadores. Sin embargo, admiten que uno de los principales problemas a la hora de poner en marcha el matadero ha sido la búsqueda de mano de obra. “Es difícil encontrar mano de obra cualificada y que quiera trabajar con nosotros”, reconoce Jorge Castelló.

Aunque han conseguido revertir la situación atrayendo a gente de otras provincias que se asentarán en la zona, desde Carpisa aseguran que su deseo es incorporar a gente local. Además, atribuyen este problema a la falta de confianza de los vecinos de Ciudad Rodrigo en el matadero, pero con el cambio de nombre, confían en que esta situación revierta, con la intención de seguir ampliando instalaciones y acercando nuevas actividades para fomentar el desarrollo de la industria en la zona.

“La falta de mano de obra creo que es un problema generalizado con cualquier empresa que abre en Castilla y León y seguramente a nivel nacional”, detalla Antonio Sánchez. “A pesar de que hay mucho paro, es algo que debemos estar haciendo mal para que las empresas no encuentren mano de obra cualificada”, continúa el gerente, incidiendo en que en territorios con poca población se “acentúa bastante”.

Con todo, desde la compañía insiste en que han venido para quedarse. Ante la pregunta de si es una inversión temporal, el director de Carpisa responde rotundo: “Hemos venido para quedarnos y esto es un proyecto de futuro”. Un proyecto que, señalan, también está creando puestos de trabajo indirectos, como conductores o personal de construcción, y desde que esperan que el “negocio llame al negocio” para seguir dinamizando e impulsando económicamente el oeste de la provincia de Salamanca.

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