Salamanca acoge por primera vez a Nuestro Padre Jesús de la Redención en el Convento de San Esteban
Unos 200 hermanos del Rosario desfilan bajo sus hábitos blancos de lino con el capirote más alto de la Pasión salmantina
El pórtico del Convento de San Esteban alumbró el estreno de la rama penitencial de la Archicofradía del Rosario en la Semana Santa de Salamanca tras dos años de aplazamientos por la pandemia este Sábado de Pasión, que comenzó con un cielo desapacible. Finalmente, la lluvia se quedó como una mera posibilidad y respetó el nacimiento de una nueva procesión en Salamanca.
Los penitentes tienen como distinció el capirote más alto de cuantos procesionan junto al Tormes, con unos 110 centímetros de longitud. Tras la Cruz de Guía, unos dos centenares de cofrades bajo blancos hábitos de lino desfilaron por la plaza del Concilio de Trento ante el respeto de un público salmantino, que llenó ambos márgenes del recorrido, sediento de incienso y compases de corneta tras una larga espera pandémica.
El estandarte del Rosario y la reliquia de la Santa Espina precedieron entre faroles a la gran protagonista de la procesión, pujada por una treintena de costaleros, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención, realizada en 2015 por el escultor José Antonio Navarro y que representa la primera pieza de lo que en un futuro será la Santa Cena, informa Ical.
Desde la iglesia del Convento de San Esteban, la procesión atravesó la plaza del Concilio de Trento, para encarar la calle San Pablo y subir por Felipe Espino hasta la Rúa Mayor. En pleno casco histórico, la procesión encaró las calles Quintana, Juan del Rey, Prado y la estrecha Doctrinos para ascender por el incomparable marco de la calle Compañía hasta volver por la Rúa Mayor a la plaza de Anaya e ingresar, para después volver a salir, por la puerta del Obispo de la Catedral Nueva.
A continuación, los cofrades tomaron la calle Calderón de la Barca y enfilaron Libreros hasta la plaza de San Isidro para tomar la Rúa Antigua y retornar por la calle Jesús hasta San Pablo, donde volvieron a cruzar la plaza del Concilio de Trento hasta San Esteban, punto de origen y destino.
Cabe señalar que, pese a ser la cofradía de gloria más antigua de la ciudad, datada en 1500, la hermandad consiguió en 2020, tras diez años de espera burocrática, luz verde por parte de la Diócesis de Salamanca para añadir la catalogación ‘penitencial’ y poder posesionar.