Un párroco achaca al olvido del oeste el posible fin de la diócesis de Ciudad Rodrigo en Salamanca

La Diócesis de Ciudad Rodrigo está ‘huérfana’ . Sin obispo residencial desde que hace justo ahora dos años saliera de ella el prelado Raúl Berzosa, todos en el ámbito eclesial y civil «guardan un silencio profundo y prolongado» sobre el motivo de esta «orfandad», lo que ha aireado «rumores» alrededor del futuro de la institución que cuenta con 800 años de historia. «¿Se va a eliminar la diócesis?», «¿se va a unir a Salamanca?».

El anterior vicario general de la Diócesis de Ciudad Rodrigo y actual párroco de San Andrés de esa localidad salmantina, Tomás Muñoz, no quiere «ser cómplice de ese silencio» y por «conciencia» ha decidido dar «a título individual» un paso adelante, elevando su voz para alertar a los vecinos de la «peligrosa situación» que vive la diócesis. 

Así, el pasado jueves emitió una carta abierta , con motivo de la festividad de los Reyes Magos, haciendo un llamamiento expreso a sus feligreses a «levantarse» contra la situación de incertidumbre que amenaza la supervivencia de la Iglesia Civitatense y que, en palabras de Muñoz, solo se explica porque Ciudad Rodrigo «se encuentra en el oeste del oeste de España, en la zona más pobre y deprimida del país, en las tierras de la frontera». 

Bajo el título ‘¡Surgere Civitas! ’, el párroco pone el acento en la España Vaciada y advierte de que si a «unas tierras pobres, que se siguen empobreciendo en población (y en todo)», se le «arrebata una institución tan importante y antigua como la Diócesis» se generará todavía más «pobreza». Y es que, a su juicio, «cualquier institución es una riqueza; perderla supone una pobreza».  «Desmembrada»

Para Muñoz, el hecho de que la diócesis sea «pequeña, pobre y humilde» no debería ser motivo para su desaparición; máxime cuando, él mismo denuncia que es pequeña «porque a lo largo de los siglos le han arrebatado sus territorios, la han desmembrado sin consideración », al no considerarla «ni fuerte, ni poderosa». 

Tampoco le valdría como motivo para que desaparezca que «tiene pocos habitantes». Según sus cálculos, bajo el ‘paraguas’ de la diócesis viven 40.000 personas –«30.000 según el discurso oficial»–. Aunque así fuera, esgrime que «más de un centenar de diócesis y administraciones apostólicas tienen menos fieles» que la de Ciudad Rodrigo. Del mismo modo, también le sirve que la diócesis sea «humilde» porque, como lamenta, lo es «porque nunca fue importante, siempre es la último, la que no cuenta».

Ante esto se pregunta «cómo es posible que la pequeñez, la pobreza y la humildad», que es «la opción preferente del evangelio», sea ahora «causa de males y desgracias, causa de castigo para esta iglesia y su tierra». 

Por todo ello, clama ante los responsables de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede de Roma para que abandonen ese «denso» y «ensordecedor» silencio que le produce hasta «escalofríos» y nombren ya un obispo que se erija en la «voz» y en «defensa» de la diócesis de la localidad mirobrigense. 

No hacerlo supone «prolongar una situación que lesiona a la institución», al continuar sin un portavoz que exprese ante las autoridades eclesiásticas «las inquietudes, problemas, gozos y planes pastorales de futuro». «Falta un defensor que mire con ardor y firmeza por sus intereses», y éste solo puede ser, a ojos de Muñoz, «su obispo».

No ve, por tanto, ni «propio» ni «adecuado» que se prolongue la situación de ‘interinidad’ que hasta ahora está supliendo el zaragozano monseñor Jesús García Burillo, que actúa como administrador apostólico de Ciudad Rodrigo desde el 16 de enero de 2019.m

Muñoz se resiste a que se elimine una Iglesia a la que califica de «buena, hermosa y centenaria» , en «el silencio, en medio de un mar de rumores» y asegura que si alguien toma esa decisión supondría «una falta de respeto a la dignidad de una centenaria Iglesia Particular». 

«Dos años sin obispo, y nadie dice nada, nadie da una razón, todo son rumores y solo rumores» y «si alguien sabe algo, no lo comunica, se mantiene en secreto», prosigue en su misiva que encabezó con la cita de Martin Luther King ‘Morimos el día en el que guardamos silencio ante las cosas que importan’. Diócesis sin obispo

El caso en que está sumida la diócesis Ciudad Rodrigo no es único, pero sí el más prolongado. En España existen al menos otras seis diócesis que se encuentran en estos momentos sin obispo. Lo están también Jerez, Mondoñedo-Ferrol, Bilbao, Ibiza, Coria-Cáceres y Calahorra y la Calzada. 

No tuvo, sin embargo, que esperar sustituto el obispo de León Julián López, que el pasado 11 de diciembre se despedía de sus fieles y daba el relevo a al obispo Luis Ángel de las Heras en una eucaristía en la Catedral leonesa que ponía fin a 18 años de servicio en esa diócesis.