LA DANA DE VALENCIA
Una palentina en el drama de Valencia: "Estamos incomunicados y recibimos el aviso tarde"
La periodista Cristina Sardón se encuentra bien dice estar preocupada por los pueblos de alrededor / Un matrimonio valenciano residente en Palencia asegura que "la de anteayer fue una noche muy dura, apenas pudimos dormir"
La periodista palentina Cristina Sardón, residente actualmente en la localidad valenciana de Benifayó, compartió este jueves con la agencia Ical la situación que ha vivido junto a su familia durante las últimas 24 horas con la DANA que ha asolado la Comunidad Valenciana y criticó que están "incomunicados" y recibieron el aviso "tarde".
"Por suerte nosotros no hemos sido tan afectados, aunque estamos incomunicados y sin agua. Los accesos están cortados y se nos inundó la parte del subterráneo que da acceso al pueblo", explicó Cristina, quien apuntó que aunque la lluvia no fue tan intensa como en otras localidades cercanas, un tornado asoló las inmediaciones de la localidad. "En la zona de la estación de tren tiró árboles que cayeron en varios coches. En el polígono industrial levantó techos de naves, pero aquí no hemos tenido pérdidas humanas", aseguró.
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"Ahora queremos salir y es imposible. No podemos ir a Valencia, no podemos a otros pueblos de por aquí porque está todo cortado@, lamentó esta palentina que está preocupada por la llegada de los suministros a los supermercados de la zona. "Ayer la gente compró como loca y no sabemos si hoy tendremos comida. Esperemos que lleguen los caminos a reponer porque sino tendremos un problema". La preocupación a medida que avanzan las horas sigue siendo importante para su familia porque no pueden salir del pueblo. "El Cercanías está cortado, la A-7 también y el aeropuerto hasta ayer también. Tenemos servicios básicos, pero si por ejemplo queremos llevar a la niña al pediatra no podemos llegar".
Cristina trabaja actualmente en Valencia, pero se encuentra de baja tras su embarazo, al igual que su pareja Ismael, también palentino, que es Guardia Civil. "No descartan que, dada la situación, le llamen para ayudar en lo que se necesite. Están ayudando entre los vecinos porque aquí no viene nadie, no se ha activado nada y hay pueblos incomunicados sin agua y sin luz", explicó Cristina.
Su situación, pese a estar incomunicados, es buena, pero Cristina afirmó que amigos y compañeros de trabajo no han corrido esa suerte. "El abuelo de una compañera de Alzira se murió ayer. El hombre se desmayó y no supieron nada más. Tuvo que ir mi compañera bordeando la costa hasta el pueblo para llegar hasta él y otra compañera que lo ha perdido todo en Paiporta", explicó. "Había gente de otros pueblos que nos ha dicho que hay cuerpos por las calles sin tapar porque no viene nadie", concluyó la palentina.
"La de anteayer fue una noche muy dura, apenas pudimos dormir"
La angustia de un matrimonio de valencianos residentes en Palencia tocó este jueves a su fin cuando han podido hablar con sus familiares después de horas y horas de incertidumbre por las consecuencias de la DANA. Se trata de Francisco Villalba Roig, natural de la localidad valenciana de Bugarra, y Antonia Pérez, de Villamarchante. "Hoy hemos podido hablar con mi madre porque desde las 21 horas de antes de ayer estábamos incomunicados", explica Francisco. "Han estado sin WiFi, ni luz, ni agua", recalca. "Nos hemos enterado de que estaba bien a través de los amigos de nuestros hijos que la vieron por la calle".
"Al principio era todo una incertidumbre porque llamabas y no te cogía nadie o no había señal", asegura Antonia. "La de antes de ayer fue una noche muy dura, apenas pudimos dormir. Estamos muy tristes por todo lo que ha pasado, pero afortunadamente mi madre apenas se ha enterado de nada", afirma Francisco.
Una angustia a la que se iba sumando el miedo ya que iban conociendo, al mismo tiempo que el resto, los datos del agua caída en la zona. "En el pueblo de al lado cayeron cerca de 500 litros en apenas tres horas. Al estar ellos incomunicados no se dieron cuenta de la salvajada de todo lo que ocurrió en el otro lado de las montañas", explica Francisco.
El matrimonio cree que se podía haber alertado con más antelación. "No es normal que en la Universidad de Valencia o en los colegios no haya habido clase desde primera hora de la mañana y haya gente trabajando hasta que dieron la alerta a las 20:00 horas. Las alertas llegaron muy tarde. Todo el mundo se levantó con el aviso amarillo, pero claro, estamos acostumbrados a que llueva esto por la gota fría y muchas veces no le das la importancia que merece", sostiene Antonia.