Las consultas médicas bajan en Palencia un 25% mientras las urgencias repuntan un 7%

Palencia recortó el año pasado una cuarta parte de sus citas médicas, tanto con el especialista como con el doctor de cabecera. Las primeras bajaron un 24%, al celebrarse 274.200 en 2023, que son 87.300 menos que hace una década. En atención primaria, las consultas cayeron un 26%, con 918.503 asistencias médicas registradas el pasado ejercicio, lo que supone perder 324.000 respecto al dato contabilizado en 2014.

Al mismo tiempo, mientras las consultas ordinarias bajaron su actividad, creció el ajetreo en los servicios de urgencias, tanto al punto de atención continuada como en el hospital. Las urgencias de Primaria atendieron 152.000 casos el año pasado, un 15% más que en 2014, lo que supuso un incremento de 20.309 pacientes en 2023. En el l Río Carrión, por su parte, el servicio de Urgencias hospitalarias atendió a un total de 49.474 pacientes, una diferencia del 7% respecto al volumen registrado diez años atrás, que se traduce en 3.024 urgencias más al año ahora que entonces.

De esos pacientes que llegan al servicio de Urgencias del hospital de Palencia, dos de cada cinco lo hicieron derivados desde Primaria. El complejo asistencial es el segundo de Castilla y León con mayor porcentaje de urgencias procedentes del primer nivel asistencial, puerta de entrada al sistema sanitario, con el 41% de los casos, sólo por detrás del de Ávila (el 57%). En concreto, el año pasado llegaron al Río Carrión un total de 20.132 urgencias derivadas por profesionales de los centros de salud o los puntos de atención continuada.

El incremento de las urgencias es una tendencia al alza en todos los hospitales de Castilla y León. En el caso de Palencia, de media cada día se atendían 127 urgencias y ahora rozan las 136 por jornada.

Lo que disminuye es el porcentaje de casos ingresados: el 24% de las personas que se presentan en las urgencias hospitalarias acaba haciendo noche en el hospital, dos puntos menos que una década antes.

El volumen total de ingresos hospitalarios también se reduce, un 4%, en la última década: 17.327 personas ocuparon una cama el año pasado, 729 menos que en 2014. Y lo hicieron durante menos noches, porque las estancias descendieron el 14%, con 103.000 pernoctaciones el año pasado. En consecuencia, la estancia media se redujo hasta situarse por debajo de las seis noches (5,95).

El número de camas en funcionamiento baja, porque las 418 camas de 2023 son 46 menos que hace diez años, según los datos de los informes sobre Actividad asistencial en Atención Primaria y Hospitalaria, un catálogo de datos incluido en el plan estadístico que cada año publica la Consejería de Sanidad.

Lo que crece en esta década es el número de cirugías, pasando de las 18.000 de hace una década a las 22.700 del año pasado, lo que representa un incremento superior al 26%, con una diferencia de 4.729 operaciones quirúrgicas más ahora que entonces.

De esas casi 23.000 intervenciones registradas el año pasado, ganan peso las ambulatorias (son muy mayoritarias, con más de 17.300) al crecer un 42% en la última década. Las 5.400 restantes fueron cirugías con ingreso y representan un descenso del 6%.

En el capítulo de pruebas diagnósticas, suben los TAC (casi 25.000 el año pasado) y las ecografías (21.000), mientras las resonancias magnéticas y las mamografías se mantienen estables.

Sacyl evalúa también la responsabilidad del paciente: en cuanto a las pruebas, el usuario no se presenta al 6% de las citas, por encima de la media autonómica (el 4%).

En cuanto a las primeras consultas con el especialista, los datos permiten evaluar la agilidad de los gestores a la hora de citar a los pacientes en un tiempo razonable. Y Palencia no demuestra una gran diligencia, porque sólo el 39% de las primeras consultas preferentes son citadas en el plazo de quince días, por debajo del 43% de media autonómica.

También el paciente debe mejorar en el uso de los recursos: el año pasado no acudió al 10% de las primeras citas con el especialista, uno de los mayores porcentajes de Castilla y León (por detrás del Río Hortega de Valladolid y el de Zamora, con el 12% y 11%, respectivamente).

En cuanto a la actividad registrada en los paritorios, como en el resto de Castilla y León, se registra un notable descenso de la carga de trabajo por el descenso de la natalidad: de los 1.046 alumbramientos contabilizados en 2014 pasamos a los 697, lo que representa una disminución del 50%.

Eso supone un batacazo en la media de bebés venidos al mundo en Palencia, que ya no llega a los dos críos al día (en 2014 eran 2,87 y en 2023 son 1,91). El porcentaje de cesáreas sobre el total de nacimientos aumenta, del 28% al 33% en la provincia.