El transporte sueña en peruano

UNA VEINTENA de hombres hechos a sí mismos, muchos de ellos con unos ojos que denotaban la ilusión por el cambio, por cumplir sus sueños, otros con los nervios de la posibilidad de iniciar una nueva vida. Una veintena de posibles nuevas vidas, de nuevos futuros. Bueno, quizá de un futuro, el de sus familias.

Perú es un bello país, con ciudades monumentales, que denotan el pasado colonial, con edificios con una historia relacionada con España. Lima, y su plaza de Armas; Arequipa, la ciudad blanca, un lugar majestuoso, con miles de turistas por sus calles repletas de edificios coloniales.

La Asociación de Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera de Valladolid (ASETRA) ha estado presente hace unas semanas en Perú, con la sana intención de participar en la selección de futuros trabajadores de las empresas del transporte de esta provincia y de esta Comunidad Autónoma. Una selección hecha por una consultora seria, rigurosa y que mira por cada uno de los posibles empleados, como Talento Grupo Internacional, dirigida por Diego Carbajosa.

En Perú, cientos –o miles– de ciudadanos tienen una ilusión y un sueño. Mejorar. Mejorar su vida, la de sus familias. Mejorar su seguridad, y la de sus hijos. Mejorar la sanidad para sus familias. O la educación para sus retoños. Porque saben que lo que les ofrece España es mejor que lo que tienen allí en Perú.

Sueñan con un cambio, con modificar sus vidas. Y eso ya es, de por sí, un mérito. Adultos, hombres hechos, de más de 40 años, con familias numerosas, con hijos o hijas ya formados, que quieren dar el salto para ‘mejorar’, como dicen unos y otros al ser preguntados por los motivos para salir del Perú.

¿Por qué ha dado este paso ASETRA Valladolid? ¿Por qué firmar un convenio con la consultora Talento Grupo Internacional? Por algo tan sencillo como por la necesidad de que nuestras empresas mantengan una importante actividad. Nos hemos visto abocados a esta firma porque la demanda de servicios en las empresas de transporte aumenta de manera considerable.

 Mientras, las plantillas empiezan a tener una edad elevada, con muchos de nuestros trabajadores próximos a la jubilación.

Somos un sector esencial. Incluso imprescindibles, ya que el 94% de las mercancías se mueve por carretera en nuestro país. Y si aumenta la demanda de servicios y no tenemos trabajadores, ¿qué podemos hacer?

Para eso están las asociaciones empresariales, para buscar soluciones, para ayudar a sus asociados a encontrar la salida a sus problemas. Por eso, y ante un problema mundial como la falta de conductores, ASETRA Valladolid busca la luz al final de túnel. El sector del transporte de mercancías en todo el mundo, insisto, en todos los países desarrollados, sufre el mismo problema: no hay conductores profesionales para las empresas de transporte de mercancías. Ni de pasajeros.

En estos momentos, las empresas del sector están abocadas a iniciar en breve espacio de tiempo procesos de jubilación, ya que un buen número de trabajadores tienen más de 50 años. Y no hay relevo. Por eso, muchas empresas vallisoletanas sueñan en peruano. Como muchos peruanos sueñan con iniciar su vida en estas tierras.

Es un oficio imprescindible y con multitud de oportunidades. Un trabajo que, entre todos, tenemos que convertirlo, de nuevo, en atractivo. Como empresarios, sabemos que nuestros conductores son nuestro principal activo, son fundamentales en nuestro desarrollo. Y, por ello, nos abrimos a trabajadores de otros países, en este caso Perú, para que formen parte de nuestras empresas, donde serán tratados, desde el primer momento, como al resto de empleados.

Entre todos, empresarios y trabajadores, tenemos que luchar por dignificar este oficio, una profesión esencial. Los empresarios velamos por la seguridad de las plantillas, para que los trabajos sean seguros, porque somos conscientes de que detrás de cada uno de nosotros hay una familia.

Pero, también, las administraciones deberán hacer planteamientos de futuro, con ideas de permanencia más que parches que solucionan, de manera puntual, el problema de la falta de profesionales. Las ayudas se hacen necesarias para fomentar la contratación de conductores. Pero, ¿y si se plantean estudios de Formación Profesional con la opción de obtener el carné de conducir?

Es decir, quizá sea el momento de que la Formación Profesional sea eso, formación y profesional. Una formación pensada en las necesidades actuales de muchos oficios. Y que sus alumnos salgan con aptitudes profesionales.

Ser conductor de camión es un oficio que debe de tener futuro. Somos un sector esencial. O eso nos dijeron en los peores momentos sanitarios vividos en la historia más reciente. Pero para que se mantenga la profesión es necesario que todos nos pongamos a ello, que poco a poco consigamos un nuevo cambio cultural en nuestra sociedad, para evitar que haya oficios malditos que nadie quiera: albañiles, fontaneros, chapistas, encofradores, camioneros…

El cambio social y cultural es necesario. Porque el trabajo de transportista es imprescindible.