AL SERENO
Viajeros al tren
ENTRA DENTRO de lo lógico que el flamante ministro de Fomento haya tenido el valor de afirmar que en España el servicio del tren está mejor que nunca. Faltaría más. Si estuviera mal tendría que arremangarse y ponerse a resolver el asunto. Así que decreta directamente que lo del tren va sobre raíles y así puede pasar página y concentrarse en la siguiente puya a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Supongo que el ministro daba por descontado que en algunos territorios su audaz afirmación sería mal recibida y hasta contestada, pues existe en determinados puntos del país un patente resentimiento con la falta del servicio de trenes o las condiciones en las que se presta. Y tal y como era previsible, el Parlamento gallego aprobó esta semana la reprobación del ministro por haber dicho lo que dijo, creyéndoselo o no. La cosa es que vino a aseverar, ufano, que el tren va chachi, pero que trabajan por mejorarlo. No quisiera distraerlo de esa encomiable tarea, todo lo contrario. Por eso, solidarizándome con nuestros vecinos gallegos y como usuario del servicio de tren a esa comunidad, me permito señalarle que para mejorar bastaría con que volvieran al servicio que se prestaba antes de la pandemia. Hoy, sigue suprimido, y sin visos de recuperarlo, el tren nocturno de Barcelona a Vigo que atravesaba la noche de media Castilla y León y era una aventura en sí mismo. Ahora sólo queda una frecuencia que pasa por Burgos, Venta de Baños, León, Astorga y Ponferrada antes de adentrarse en Galicia. Lo que no ha perdido, y en eso hay que aplaudir al ministro, es su condición de viaje de aventura. Arranca con una lotería, la del retraso en la llegada a la estación de Burgos -este lunes fueron 20 minutos de reloj- y sigue con el transbordo forzoso que obliga a recorrer en autobús parte del recorrido gallego por las obras en las vías. Obras que llevan muchos, muchos meses. Como en Galicia también son como son y no ponen carteles, al volver al tren en Ourense no es nada raro que el viajero se equivoque de convoy y en vez de seguir viaje hacia Santiago y La Coruña, acabe yendo a Vigo y le toque hacer noche allí. Se han dado casos, se lo digo yo señor ministro. En el recorrido contrario, desde Galicia a Castilla y León, no es infrecuente que el tren incumpla el horario por averías u otras incidencias, que deben ser contagiosas porque conozco un caso de un viajero que tardó una hora y pico más en su viaje y le fue imposible que el sistema digital le devolvieran el dinero. Antes ibas a ventanilla, montabas el lío y te daban la pasta. Ahora en ventanilla no se puede ir a molestar. Tanto es así que el billete te sale más caro si lo compras al taquillero que por internet. Además, puede ser que viajes tres veces y pagues precios distintos porque quien compra con más antelación logra mejor precio y el de última hora paga el pato. Todo va tan bien con el tren, que es más rápido ir de Burgos a Santiago pasando por Madrid que por el recorrido de toda la vida. Viajeros al tren.