Lo dijo Abascal. Punto redondo

NO ACABA DE empezar la partida y ya están las cartas boca arriba. VOX no va a apoyar los presupuestos que ellos mismos ayudaron a confeccionar cinco minutos antes de salir corriendo del gobierno de la Junta, sin saber por qué corrían. Lo dijo Abascal. Punto redondo. Todo al negro. La psicosis Alvise aprieta la camisa en Bambú. A este paso de encuestas acabará eso como una escena de Alguien voló sobre el nido del Cuco. Fue decir Abascal lo que Mañueco suponía y el charro, compungido y consternado, se pidió una caña en una terraza, a un lado Carriedo y al otro Armisén, y se fue a los toros en San Antolín, que Palencia está de fiestas y festejos, con su alcaldesa Miriam Andrés pletóricamente pertrechada por los populares, gozosos de una oposición ganada a pulso de Ciudadanos. No habrá presupuestos en Castilla y León porque Abascal no quiere. Los de aquí, no se han pronunciado. Ni se les espera. Ya no reciben consignas orgánicas. Las reciben en los directos de X. A callar, no quiero llantos, la hija de Bernarda Alba ha muerto virgen. Van a apostar todo al negro, mientras Alvise medra a sus orillas y muerde cuota electoral. VOX se deja marcar el ritmo por Alvise con la ingenua intención de marcarle el ritmo a Feijóo. A este paso, el de Salamanca se pide otra caña y una de torreznillos antes de recalar en la Feria de Día de Valladolid y dejarse ver en el tendido, de tanta preocupación como le insufla Abascal. La vida sin socios puede ser maravillosa, que diría el siempre genial Andrés Montes. No habrá presupuestos en la Junta. Mañueco, como tenía previsto, prorrogará los más altos de la historia de la Junta y zumbando al otoño del año venidero, o los albores del verano, para plantar las urnas en un adelanto técnico, que meterse en febrero gélido y sombrío de 2025 acarrea contratiempos y constipados. Sin socios y sin oposición, Mañueco y su gobierno viven plácidos, entre faena y faena. ¡Oooooole!