Síntomas positivos de la estratégica automoción en Castilla y León
Uno de los pilares de la economía en general y de la industria en particular de Castilla y León es el sector de la automoción. Es una apuesta estratégica que se mantiene en el tiempo y que ha dado ese mismo carácter de estratégico al propio sector. En este segmento de la actividad hay un nombre propio que destaca, Renault, que ha hecho de la Comunidad un importante centro de producción, con fábricas de turismos en Palencia y Valladolid. La buena marcha del fabricante de origen francés es, por tanto, un buen síntoma para la economía regional. Las últimas noticias sobre la firma son doblemente satisfactorias, porque la empresa incrementa sus ventas en Europa, lo que siempre es positivo para el territorio que acoge fábricas suyas, pero además lo hace con una importante aportación de los modelos producidos en las factorías de Castilla y León. La salud de Renault es buena y sus fábricas españolas son fundamentales en ello, lo que es un motivo de satisfacción para la Comunidad.
El sector de la automoción, compuesto no solo por las firmas automovilísticas sino además por el tejido empresarial que suponen las industrias auxiliar y de componentes, que no solo trabaja para las fábricas de vehículos instaladas en la Comunidad, supone un importantísima parte del Producto Interior Bruto de Castilla y León, por encima del 20%, y aporta un número de puestos de trabajo muy relevante. Por ello, acertar o no en un negocio que no es sencillo y que actúa en un mercado global que es de los más competitivos, tiene una trascendencia que supera lo límites de la empresa que toma esas decisiones.
En Castilla y León se acertó al apostar por el sector con firmeza y al propiciar el mejor hábitat para su desarrollo. Ahora, los datos de ventas de Renault indican que también la firma francesa ha tenido éxito en sus decisiones en torno a los modelos producidos en sus factorías de Valladolid y Palencia, ya que una parte sustancial del crecimiento en un 6,7% de sus ventas en Europa en el primer semestre se basa en los modelos made in Castilla y León. Y ese acierto es aún más relevante si se tiene en cuenta que el éxito se base sobre todo en un factor tecnológico, el innovador E-Tech full hybrid, que hace que las ventas de los coches que lo incorporan aumenten un 45%. Cuentan con él siete modelos de la marca, de los que cinco se fabrican en Castilla y León, lo que sitúa a la Comunidad como núcleo de la hibridación, el actual pulmón de Renault. Son buenos datos y buenos síntomas de la economía, que sobre todo dan certezas sobre la necesidad de mantener esa apuesta estratégica en la Comunidad.