El milagro de Tamames y Moreras
Hay ocasiones en las que las cacicadas de algunos altos cargos de la Junta son sólo comparables a la capacidad de mutar de parecer con la amnistía de Pedro Sánchez. La que va a perpetrar la directora de Salud Pública, Sonia Tamames, que no ha asomado el morro en todo el mandato para dar explicaciones de los atascos descomunales que padecen los pacientes de la Atención Primaria va, a ser bíblica. Sólo comparable con el ridículo que pretende cometer. Vaya desgracias tenemos con la cartera esta. En pandemia sufrimos en su silencio pandémico a la Pacheco y ahora la Tamames, dedicada a alicatar la calidad de las aguas de la playa de las Moreras en Valladolid al arbitrio del partido que la tiene apoltronada en la Consejería de Sanidad. Después del soberano espectáculo que protagonizó en compañía de la delegada de la Junta, tan risueñas ellas, casi despatarradas de la risa, para meterle el agua sucia en casa al anterior gobierno socialista, ahora va a cambiar el punto de la toma de la muestra a petición del concejal del partido. Leales y disciplinadas, así las quiere el PP. Tamames, ahórrate la muestra. Ya sabemos que va a ser como la EBAU de Murcia. Agua de lavanda va a salir. A su lado la Evian y una que venden del monte Fuji a seis pavos botella no hay quien la trague. Verás qué agua más pura va a salir ahora que no se va a coger la muestra donde están los bañistas, sino donde le pete a Tamames para no incomodar al concejal. Porque a ella tocarle la moral a los bañistas, los contribuyentes que sufragan su sueldo y prebendas, no le incomoda. Vaya carcajadas se echaba con la delegada porque iban a meterle la daga al socialista, tal y como les habían ordenado en el partido. Se partían la caja. ¡Ay del técnico que vaya a por la muestra y no saque agua bendita! Lo van a poner a contar pelos de rana. Tamames, de esta no te lavas ni con todo el agua del pantano de Riaño. La desvergüenza camina sobre las aguas. El milagro de los peces. Bíblica va a ser esta.