El cinismo de la falsa ética política
El alcalde de olmedo, ante la apertura de juicio del caso Meseta Ski, el mayor despilfarro conocido en la política de Castilla y León, ha optado por ‘hacerse un alcalde de Almazán’. El primero del PP y el segundo del PSOE, pero con el mismo estilo y proceder. ‘Hacerse un alcalde de Almazán’ consiste en, para aliviar al partido de sus supuestas convicciones éticas y morales, esas que al contrario se le ponen a la altura del Empire State, pero en casa no suben del bordillo rebajado del garaje, darse de baja de militancia y seguir en el cargo. De esta forma, el partido retiene la institución y no peligra su pérdida hasta ver lo que resuelve la Justicia. Fue lo que ocurrió con el alcalde adnamantino, el socialista Jesús Cedazo, que fue sorprendido borracho al volante tras estrellarse con el vehículo por un barranco de cien metros. Y así quedó aliviado el PSOE, como supuestamente quedó aliviado del cada vez menos inocente ex ministro Ábalos, cuando decidió pasarse al grupo mixto por el escándalo Koldo, su íntimo asesor, de cuyas andanzas el valenciano no sabe nada, pese a que eran inseparables.
Pues el PP, en este caso el de Valladolid, muy dado a copiar al PSOE en su ejemplaridad ética y moral, ha optado por la vía Almazán para salvar no al soldado Alfonso Centeno, sino la gobernabilidad del consistorio de Olmedo, uno de los más importantes de la provincia de Valladolid, a cuyo frente lleva más de dos décadas el político que se enfrenta a una acusación de prevaricación en los sobrecostes de Meseta Ski. Que no deja de ser un cruel sarcasmo que se perpetren sobrecostes en un despilfarro que tiene su origen en las decisiones del consistorio de Tordesillas, gobernado por el histórico socialista Emilio Álvarez Villazán, y premiado por su partido con el Senado y la Subdelegación del Gobierno. Más indecencia no puede acumular el caso Meseta Ski en una y otra orilla del antiguo bipartidismo.
Sea como sea, Cedazo vuelve a ser alcalde de Almazán y diputado provincial socialista. Así se escribe la historia del cinismo político que reina ahora. Centeno, cuya nominación a las últimas elecciones municipales, ocasionó un serio enfrentamiento en el seno del PP, con su presidente, Conrado Íscar, contrario a la candidatura, se enfrenta ahora a la apertura de juicio oral, algo que ya se sabía por entonces. Pudo ser candidato por el PP, pero ahora no puede ser alcalde por el PP, pero sí alcalde con la complacencia del PP. El cinismo ético retorcido hasta límites insospechados.
El PP lo único que ha hecho es aplicarse la misma medicina que se aplica el PSOE cuando un caso poco edificante se sale de lo ejemplar, digno y ético, pero no se quiere perder poder institucional, que es el que otorga puestos a dedo y sueldos políticos. Es decir, sortean con enorme dosis de hipocresía la falsa ética de su propios estatutos, que suelen ser de exigencia ajena, pero no de aplicación propia. La sentida política actual.