Investigación e innovación, la mejor baza para el futuro de Castilla y León

CASTILLA y León es una comunidad autónoma que cuenta con la ventaja de saber combinar la actividad de sectores más tradicionales con los más modernos. Tanto en unos como en otros no hay duda de que la investigación y la innovación son fundamentales para mantener la competitividad. No hay más que pensar en la actividad agraria y en la industria agroalimentaria para comprobar que su liderazgo es también consecuencia de la aplicación de mejoras constantes utilizando el conocimiento. En ese terreno, la fortaleza de la comunidad es evidente, pero también en otros que se basan en tecnologías sofisticadas o que precisan un trabajo de investigación constante e intenso, desde la automoción, por poner un ejemplo, a la industria farmacéutica o la relacionada con la biomedicina. 

Hay que reconocer que en todos los campos mencionados los logros conseguidos en Castilla y León son grandes y los frutos obtenidos en el terreno económico evidentes, con lo que es innegable que el esfuerzo merece la pena y que es imprescindible mantenerlo y, si es posible, incrementarlo, porque el esfuerzo en I+D+i nunca es excesivo.

Se habla mucho de la investigación y de su necesidad, pero en ocasiones es necesario destacar las recompensas. Ayer se ha visualizado un ejemplo claro. La apuesta de Castilla y León por la investigación en el campo de la sanidad ha hecho que la comunidad empiece a destacar en algo que es necesario para la sociedad pero que no sirve solo para ganar medallas. Porque también se traduce en actividad económica y en posicionamiento de la comunidad en sectores estratégicos.

El hecho de que Novartis haya elegido la localidad salmantina de Castellanos de Moriscos como el lugar para ubicar su nueva planta tras una inversión de 12 millones de euros es un ejemplo. Las obras concluirán en octubre pero será en 2025 cuando esté plenamente operativa, con 20 puestos de trabajo directos y otros 50 indirectos, todos ellos de alta cualificación. No es una casualidad que se ubique en la provincia que está el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (Ibsal).

En definitiva, los esfuerzos públicos y privados en el desarrollo de la investigación no son pequeños y suponen en ocasiones inversiones elevadas, pero los beneficios luego son muy grandes, como innegablemente lo es el que Castilla y León, de la mano de Novartis, se convierta en un referente en la lucha contra el cáncer. La investigación y la innovación es siempre la mejor baza que se puede jugar para afianzar el futuro.