La burra Margarita, atropellada por un VTC
INCLUSO QUIENES no son de Soria es posible que recuerden al alcalde de Torrubia, Raimundo Martínez, y su viaje con la burra Margarita desde su pueblo hasta Calatayud (Zaragoza), a unos 60 kilómetros de distancia, para coger allí el AVE y acudir a la manifestación que habían convocado en Madrid Soria Ya y Teruel Existe. Estábamos a finales de marzo de 2019 y el alcalde tuvo éxito incluso en los medios nacionales al calor de la entrada con fuerza en la agenda de la prensa de la España vaciada. Martínez llevaba años reclamando un autobús entre Soria y Calatayud (menos de 100 kilómetros de distancia) con paradas para que el servicio lo pudieran aprovechar los pueblos cercanos a las N 234 en ese trayecto, como el suyo. La reivindicación, de la que él fue un abanderado, no era suya, sino del conjunto de la sociedad soriana. Era una posibilidad de entrar en las comunicaciones modernas de la alta velocidad para los sorianos, ya que el tren de Soria a Madrid tarda tres horas. El AVE hace el viaje de Madrid a Calatayud en menos de una hora y de Calatayud a Soria por carretera se tarda otro tanto. La localidad aragonesa podría ser, por tanto, la incorporación al AVE para ir a Zaragoza, Barcelona, Madrid… El autobús añorado por el alcalde de Torrubia no fue posible y desde hace medio año funciona un VTC, un taxi para entendernos, que no para en ningún pueblo entre Soria y Calatayud. Está incluido en el precio del billete del AVE, pero solo para empadronados, nada de turistas, segundas residencias o personas que quieran hacer trabajos o negocios, y con límite de tres personas por trayecto siempre que saquen el billete con antelación. El nuevo ministro, Óscar Puente, renovó in extremis el servicio experimental que caducaba el 31 de diciembre. Pero es un fracaso. El VTC solo ha servido para atropellar a la burra Margarita, que parecía el único objetivo, y así tapar la boca a los sorianos. Las limitaciones hacen que parezca un proyecto cuya única meta es que no pueda crecer. El PP soriano y el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda (PP), recordaban esta semana la esencia del proyecto y proponían recuperarla. Lo que el Estado gastaría en pagar un servicio de autobús regular, con algunas paradas, es ridículo si se compara con alguna condonación de deuda, incluso añadiendo una buena promoción para que el servicio fuera utilizado por cualquiera, empadronado en Torrubia o en Bruselas. Para ello, tendría que haber voluntad real de eliminar la desigualdad que supone que el ferrocarril de alta velocidad sea el modelo para todas las capitales de provincia menos para la soriana. Porque Teruel sí ha logrado el AVE y Jaén tiene una lanzadera con Córdoba para coger en esa capital andaluza el ferrocarril de alta velocidad. En Soria no da ni para probar con autobús durante una legislatura y promoción adecuada. Luego, hay que creerse los grandes discursos sobre el reto demográfico, pero para Soria ya no va a quedar ni la burra Margarita, porque hasta su espíritu quieren aplastarlo con un VTC.