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HABRÁ quien quiera ver tres, cuatro o cinco pies al gato del nombramiento de la abulense Alicia García como nueva portavoz del partido popular en el Senado en cuanto a sus relaciones y precedentes políticos en el Gobierno regional de Juan Vicente Herrera, pero lo cierto es que su nuevo protagonismo en la escena política nacional no es producto de la casualidad ni de ningún tipo de mensaje encriptado. A veces las cosas son más simples de lo que pensamos.

Quizá su nueva responsabilidad es tan sólo el resultado de una impecable trayectoria profesional y política en los distintos cargos y puestos que ha desempeñado tanto en el ámbito público como en el sector privado. La política se ha enrevesado tanto que ya nos cuesta creer, incluso, que alguien pueda ser nombrado simplemente por su valía.

Habrá también quien quiera ver este nombramiento como el resultado de las relaciones del Partido Popular a nivel nacional y regional pero quizá deberíamos plantearnos que a veces los nombramientos también se producen por la capacidad de trabajo y los merecimientos políticos y profesionales. Al margen de los chismes y de las interpretaciones políticas más o menos escatológicas quienes hemos trabajado con la nueva portavoz del Senado conocemos bien su entrega en el trabajo, su capacidad de gestión, sus cualidades profesionales  y su sentido de la responsabilidad que justifican por si mismos, más que de sobra, su nombramiento.

Se enfrenta la senadora Alicia a una difícil Legislatura aunque contará con la ventaja del apoyo incondicional de la mayoría absoluta que ejerce su partido en la Cámara alta, con lo que eso supone de responsabilidad a la hora de ejercer el debido contrapeso político a un Congreso fragmentado, polarizado, envilecido y vendido a las minorías separatistas. Habrá de ser, por tanto, un papel fundamental el de la nueva portavoz del partido popular en el Senado a la hora de ejercer la mayoritaria representación territorial de España frente a las imposiciones y chantajes de los grupos minoritarios.

En todo caso se trata de una muy buena noticia para Castilla y León reforzada por el nombramiento de la leonesa Ester Muñoz como vicesecretaria de Sanidad y «Educación. Sin duda los intereses de León, Ávila y Castilla y León estarán ahora mucho mejor defendidos desde las filas populares y la nueva portavoz del grupo popular en el Senado sabrá, sin duda, acallar extrañas interpretaciones sobre su nombramiento demostrando su valía, su capacidad y su profesionalidad.