Barbón se ofende mucho

MALA, MUY MALA digestión van a tener en el PSOE de Castilla y León la amnistía y demás humillaciones a los que los independentistas están sometiendo a Pedro Sánchez. Pero al rescate ha acudido el comodín de García-Gallardo, que lleva desatado en Twitter de unos días para acá llamando traidor a todo hijo de vecino con cargo socialista. Lo que dicta la inteligencia, incluso la política, aunque sea artificial, en estos casos, es no hacer aprecio, a no ser que seas Barbón, menudo barbo, que es un presidente que se ofende mucho. Se ofende mucho y a menudo con todo lo que proceda de su vecina Castilla y León. Se ofende menos cuando los epítetos, que a veces de indirecta forma le incluyen, proceden de la otra Castilla, la de La Mancha de Page, listo como un independentista a la hora de lamentarse para sacar tajada orgánica. Y sibilino como un peneuvista para decir una cosa y hacer la contraria. Hoy hay pleno de las Cortes de Pollán y De la Hoz. Si la prudencia, que hace tiempo que abandonó el hemiciclo, no lo remedia, la bronca puede alcanzar tales decibelios que se persone la patrulla de la municipal alertada por los habitantes del vallisoletano barrio de Villa del Prado. La Prudencia, que no es una viuda de Cogeces del Monte, vive arrinconada en Castilla y León desde hace tiempo. El PSOE de Tudanca va a agarrarse al comodín de VOX y Gallardo para ir engullendo, sin taparse la nariz, el acuerdo con los independentistas. Ese que dice que además de amnistiar delincuentes tendremos que pagar todos los desmanes y despilfarros del independentismo. La deuda de Cataluña no desaparece. Sólo se disuelve en las cuentas generales, esas que pagamos todos con nuestros impuestos. Indultar el despilfarro, la malversación, los chiringuitos lingüísticos y las embajadas tiene tan mala digestión que apenas participó un 55% de la militancia del PSOECyL en la consulta. A Tudanca le inquieta el desapego de los suyos, aunque se duela de los exabruptos de Juan.