Castilla y León Excedente

LO DE LA marca esa turística de Castilla y León Excedente, de cupo y de decencia, que ha durado menos que un entrenador con Gil y Gil, es una chapuza turísticopolítica de puerta grande. No por el timo, que cualquier incauto hoy está a merced de la ciberdelincuencia. Afanar cuatro vectores de un banco de imágenes para hacer un logotipo y luego dotarlo de un relato épico sobre el colorido en cuestión. La chapuza es, esencialmente, el nulo juicio político con que se ha desenvuelto el departamento que dirige Gonzalo Santoja, que en esta ocasión no ha estado diestro y la única faena se la ha hecho al vicepresidente suyo, García Gallardo, sometido al esperpento de presentar el timo de la estampita como si hubieran inventado el latido turístico. Olfato político, ninguno. Cintura, menos. Y maestría, nula. Un mes desde que estallara el venidero escándalo, alimentando a la oposición de razones. Más torpeza es improbable. Menos agilidad es imposible. No hay que olvidar que antes de tener que envainársela por orden de sus socios, que no estaban dispuestos a que el portavoz de la Junta se siguiera tragando el sapo turístico, defendieron, incluso en sede parlamentaria, semejante pufo. Hasta el extremo de que lo único que han conseguido es una victoria inapelable de la número dos del PSOE, Ana Sánchez, que en sesión plenaria les arreó hasta el descabello. O la torpeza política es inaudita en el ejercicio de este caso o hay un topo del PSOE en el ala gubernamental de VOX que quería brindarle una victoria a la zamorana Sánchez de contundenicia desconocida por estas latitudes. A todo esto, el turismo va como un tiro, con cifras históricas, como alardea el propio departamento. ¡Qué necesidad entonces de meter el hocico en las marcas para dejar improntas y ovejas merinas.  Lo que funciona no se toca, dicen los clásicos de la política. Pero había que meter el cuezo sin necesidad ¡Manolete, si no sabes torear a qué te metes! Que hagan un concierto, ¡por dios!