Lecturas locales e impactos de las generales
LAS elecciones, dicen, no pueden leerse en clave local si son generales o autonómicas y lo mismo en cualquier otra combinación, pero es inevitable hacer diferentes lecturas y traspasar el ámbito particular de cada comicio y hacer interpretaciones en términos generales. Y hay casos más claros que otros. El de Soria es de los que, tras las elecciones generales, es imposible no fijarse en lo local, porque precisamente en la provincia castellano y leonesa que limita con Aragón se produjo, en 2002, con motivo de las elecciones para las Cortes de Castilla y León, una de las mayores sorpresas, la victoria de una agrupación de electores, Soria Ya, imponiéndose a los dos representantes del bipartidismo, PP y PSOE, a los que dejó con un procurador cada uno mientras los sorianistas se quedaron tres. Se estaba siguiendo el ejemplo de la vecina Aragón, más concretamente de Teruel Existe, que también había sorprendido al colarse en el Congreso de los Diputados. El pasado domingo, sin embargo, Soria Ya se estrelló contra unas urnas a las que esta vez concurrió como partido político. La misma bofetada que se dieron los de Teruel Existe. En el caso soriano, la bofetada es básicamente por no lograr representación, porque también es cierto que votos consiguieron muchos, más del 19% al superar con creces los 9.000 sufragios. Es el claro ejemplo de que se impuso la polarización con la que se vivieron las elecciones nacionales y la vuelta con fuerza del ‘voto útil’. ¿Será el anunciado, por parte de políticos clásicos, declive de los sorianistas? Habrá que esperar para ver. Algo que sí queda claro es que los socialistas, a los que se daba por derrotados (fueron el principal caladero de votos de los sorianistas en las regionales), han sido capaces de resistir y su líder, Luis Rey, secretario general del partido en Soria, al que parecía que se sacrificaba al situar en una lista electoral de la que todos huían, ha salido notablemente reforzado al conseguir la plaza para el Congreso. También el candidato popular, Tomás Cabezón, que devuelve al PP al primer puesto en unas generales en Soria, se refuerza, después de haber sido blanco de críticas y de intentos de revanchas por haber pertenecido al círculo de confianza del defenestrado Pablo Casado. Ni para él ni para el cabeza de lista al Senado, José Manuel Hernando, el peligro que suponía Soria Ya era el mismo que para los socialistas, pero un descenso de votos hubiera supuesto la reactivación del deseo de algunos de marginar en el partido a quienes propusieron una alternativa en el congreso provincial y que finalmente llegaron a un acuerdo con Benito Serrano, actual presidente del partido. Así que las elecciones generales pueden tener una interpretación local, sobre todo en casos como el de Soria y, además, impactan de una u otra manera en las estructuras internas de las formaciones locales.