Chanquete no ha muerto

Cuanto más se empecinan algunos en el PP en defender que Feijóo debe gobernar porque es el más votado, más sufren. Y no es necesario sufrir sin necesidad de sufrir. Sufrir es para mártires y en el PP el martirio se lleva muy dentro y se cobra víctimas devoradas por sus propios hijos orgánicos. Feijóo debe ir preparándose para la posibilidad de que algunos cuantos de los que en el último año baboseaban a su alrededor no lo conozcan de nada a no mucho tardar. Pidan referencias a Pablo Casado. Porque en el PP cada uno va  a lo suyo, excepto esos, que van a lo de ellos. Y lo mismo sucedería en el PSOE si la aritmética no hubiera contabilizado. Porque ahora no cuenta sacar votos, ganar, vencer o ser el primero.

Cuenta la aritmética parlamentaria. Si no que se lo digan a Mañueco, que en 2019, contra todo pronóstico y en la primera derrota del PP en 36 años, hizo de la aritmética virtud y con el respaldo imprescindible de Igea, el que ahora reniega de Mañueco, se encaramó a la presidencia de la Junta. Dame aritmética parlamentaria y llámame tonto. Por eso no queda bien que diga que Feijóo tiene que gobernar porque ganó las elecciones. Aunque lo tiene que decir porque es el guión de Génova, que parece el de Amanece que no es poco, con el transcurrir de los acontecimientos. En Génova no amanece. Y en Bambú no por mucho madrugar amanece más temprano ¿Y qué va a hacer el gato de 14 vidas, Pedro Sánchez? Dejar que se vayan consumiendo Feijóo y Abascal en su propia espiral de angustias. Luego amanecerá Pedro Sánchez con el zarpazo de la investidura. Porque las repeticiones electorales le favorecen. El PP tiene que dirimir si Feijóo es el líder de la oposición que necesita para intentar el asalto a La Moncloa en cuatro años o menos. Lo demás que escuchen es humo y guión. Aunque el guión transita entre el esperpento y la esquizofrenia. No había guionistas contratados para esta secuela de Verano Azul. Chanquete no ha muerto.