Interpretar lógicamente y con sistema y errores
LA sensación en algunos ciudadanos puede ser que llevamos en campaña electoral 25 años, porque ya se pierde la cuenta de los comicios que se están encadenando. Lo de los 25 años es una exageración, pero en parte, porque si nos fijamos en las promesas y en las aspiraciones hay algunas que se mantienen al menos 25 años. El 23 de julio es la cita con las urnas y resulta que la noticia principal de ese mismo día en El Diario de Soria en 1998 coincide con una de las promesas electorales de los principales partidos, la autovía desde la soriana Medinaceli hasta la navarra Tudela para conectar Madrid y Navarra. El periódico anunciaba que los presidentes de Castilla y León, Juan José Lucas; Navarra, Miguel Sanz; y La Rioja, Pedro Sanz, iban a firmar al día siguiente una declaración institucional en Fitero (Navarra) para exigir al Gobierno la infraestructura. El cálculo era entonces que estuviera totalmente terminada en 2005. La realidad es que el tramo que está en Servicio, desde Medinaceli hasta la capital soriana se acabó en 2013 y para que se complete lo que pedían los tres presidentes citados faltan siete tramos desde la capital soriana hasta Tudela, es decir, cerca de 90 kilómetros, un poco más de la mitad del proyecto. Se han movido muchos papeles en los últimos tiempos, pero no hay ni una obra en marcha en esos tramos que faltan. Esta semana, el PP y PSOE en Soria han intercambiado reproches por el asunto, que también está en las reivindicaciones de Soria Ya, el tercero en discordia en estos comicios en la provincia, mientras unos y otros esperaban la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León sobre la forma de contar los votos en los pueblos de menos de 100 habitantes, esta vez decisivos para la Diputación. Ayer, finalmente, dio la razón y, por tanto, el gobierno de la institución al PP. Dice que no hay laguna legal que obligue a una interpretación analógica o literal de la ley, sino que lo que se debe hacer es una interpretación lógica y sistemática. El asunto era si en esos pueblos de menos de cien personas, que eligen tres concejales mediante listas abiertas y cada votante pone dos cruces, los votos se dividen por el número de candidatos con un máximo de dos (como las cruces que pueden poner) o de tres, ya que el único máximo que cita expresamente la ley es de 4, pero para el caso de los pueblos de 100 a 250 habitantes, que tienen también listas abiertas y ponen 4 cruces para elegir un total de 5 concejales. La cosa parece que va a llegar al Constitucional porque en Aragón, en un caso diferente y que no vincula al tribunal castellano y leonés ni a la Junta Electoral Central, el Tribunal Superior de Justicia de allí dijo lo contrario. El de Castilla y León apuesta por la interpretación lógica y sistemática. ¿Cómo se aplicaría eso a los hechos contados de la A-15. Tal vez no haya lógica en ellos, o sí, y se trata de algo sistemático en una provincia que no se sabe qué errores ha cometido para que los avances de sus infraestructuras necesiten no años, sino cuartos de siglo como poco.