El pacto va bien, dice Carriedo
TIENE MÁS RAZÓN que un santo el portavoz de la Junta, el nunca alterado Carlos Fernández Carriedo . El pacto de gobierno PP-VOX va bien. Hasta que vaya mal. No olvidemos que el precedente, PP-Ciudadanos iba de maravilla una semana antes de que saltara por los aires con el anuncio de los ceses en Twitter, con el AVE a Galicia a punto de salir con el Rey a bordo. Es lo que tienen las coaliciones de gobierno, que son como los pimientos de Padrón, que un día van de fábula y al otro tampoco. De momento, el PP tiene retenidas en el archivo vertical, inquebrantable, las leyes ideológicas que los de Abascal introdujeron en el acuerdo, y que es lo que los populares no están dispuestos a masticar.
Veremos si los de VOX están dispuestos a tragar. Porque las sociedades entre socios de gobierno consisten esencialmente en digerir los anhelos propios y los deseos ajenos. El pacto va bien. Pero en cualquier momento irá mal. Todo es vértigo en la política y hoy la actualidad caduca antes de llegar al periódico de la mañana. La alteración de las redes sociales y la avalancha informativa lo tritura todo. En cualquier caso, ahora Mañueco no camina solo. Está Valencia, Baleares y Aragón. Y lo que te rondaré Guardiola, María . Eso quita presión y alivia un huevo y la yema del otro. Y todavía faltan las generales con sus quehaceres y sus acuerdos. Acuérdense.
El caso es que las leyes de violencia intrafamiliar y concordia laten en el limbo de dos consejerías del PP, la de Familia y la de la Presidencia. Y ahí seguirán. Son lentejas. Porque la opción de VOX es enfadarse con el PP, no ajuntarle y dejar el calorcito del gobierno de la Junta. Pero fuera hace mucho frío, pese al cambio climático. Mañueco cada día es más dueño de los tiempos. Y es un temporizador nato. Sabe, como Santa Teresa, que la paciencia todo lo alcanza. Y está dispuesto a tirar hasta 2026 con el gobierno, solo o en compañía de los otros. Luego no digan que no estaban avisados.