Lo que está por venir el 23-J

NO HAN ACABADO de constituirse consistorios y diputaciones y ya se vislumbra lo que está por venir. Y por venir está lo que el viento se llevará el 23-J, y ‘el olvido que seremos’ que dejará a su paso. Las miradas pendientes de León, donde la UPL tiene la última palabra de la gobernabilidad de la capital, que será un prólogo del epílogo electoral en la Diputación, elección de diputados mediante. El horizonte de Castilla y León abre un panorama menguante del PSOE en lo que al reparto diputados y senadores se refiere. Soria va a ser un calvario, Ávila un desacierto y León un sufrimiento para los socialistas de Tudanca, el franquiciado de Sánchez en la Comunidad. No es menos halagüeño para los grandes vencedores de las dos últimas contiendas electorales en la Comunidad. A la tercer va la perdida. Será la primera, tras dos ascensos consecutivos, en la que dejan pelo y escaños. Asumen una merma de tres (Segovia, Ávila y Zamora), pero no descartan que el daño sea mayor. Porque, León, se pongan como se pongan, o cae en manos del PSOE o de la UPL, que ha sobrepasado a VOX tanto en autonómicas como en municipales. Y no son lo mismo unas que otras, pero tampoco universos electorales a años luz. Ya se vaticinó aquí la fortaleza que exhibiría UPL en las municipales y el 28-M lo certificó. El leonesismo navega a toda vela y está más cerca que nunca de acariciar los leones de la Carrera de San Jerónimo. Al tiempo y unas urnas. Y luego está el PP, con Mañueco en su mejor momento. Los ‘populares’ van a medrar en diputados y en senadores para desdicha de sus socios y sus adversarios. El localismo de Castilla y León abrirá sucursal en Madrid por primera vez en la historia. Atentos al indomable Por Ávila, el vendaval Soria Ya y la trepidante UPL. Teruel Existe, y estos otros también, precisamente porque dejaron existir a Teruel Existe. La España Dolida será la próxima alternativa al bipartidismo a la vista del fracaso de otras fórmulas.