Con la salud no se juega

EL PROBLEMA de este país es que, de un tiempo a esta parte, vive sumido en una continua campaña electoral, que se va concatenando sin solución de continuidad desde hace ya demasiados años. Generales, autonómicas; otra vez autonómicas, municipales; de nuevo las generales... Y así año tras año, lo que hace muy difícil, por no decir imposible, lograr la estabilidad necesaria que permita tomar las decisiones que vengan a mejorar la vida de las personas.  Los  políticos cabalgan de mitin en mitin y están más dedicados a garantizarse sus poltronas y las de los suyos que a los problemas de los ciudadanos.

Claro que, visto lo visto, a veces es mucho mejor que alguno se dedique a ir de mitin en mitin, dando sus discursos en esos actos endogámicos,  que a la gestión de lo que importa. Y, para muestra, el despropósito de los controles de tuberculosis bovina. Castilla y León tiene unos ganaderos y una cabaña ganadera de primer nivel. Y no hace falta que venga nadie de VOX a descubrirlo. Como tampoco necesitan ir a Europa a contárselo. En Bruselas ya saben de la calidad del ganado de la Comunidad. Lo que no sabían, y acaban de descubrirlo, es que existieran dirigentes que por sus narices quieran pasarse por el arco de triunfo toda la normativa europea de control sanitario. Sabían que había quien lo verbalizaba, amenazaba con ello,  pero nunca hasta ahora había visto a un dirigente que se atreviera a firmar una resolución que va en contra de la normativa europea y se quede tan pancho. Porque eso es lo que ha hecho el consejero de Agricultura de VOX en Castilla y León, estampar su firma en una resolución que viene a flexibilizar los controles de la tuberculosis bovina, en contra de lo que exige la legislación de la Unión Europea. Por cierto, la misma Europa de la que tanto se presume cuando de hablar del valle de la innovación se trata.

A un dirigente político se le exige que gestione con eficacia. Y, si no sabe ni por dónde le sopla el aire, que pregunte. Y si aún así no se entera, que no toque nada y que continúe haciendo lo que quienes le precedieron en el cargo ya realizan con éxito y sin un solo conflicto. No hay nada peor que venir a estropear aquello que funciona. Y la sanidad de la cabaña ganadera de Castilla y León funciona de diez. Claro que qué se puede esperar de alguien que estando al frente de una Consejería de la Junta, es decir con responsabilidad de gestión, se atreve a asegurar que «se lleva muy al extremo la defensa de la salud pública». Y esto, después de una pandemia. Señor consejero de Agricultura, señores de VOX, con la salud no se juega.