Diario de Castilla y León

FELIPE RAMOS

La excusa perfecta para no hincarla

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LA CAMPAÑA electoral rueda y rueda hacia el desenlace final el 28 de mayo. El día de las carreras, sustos y esparabanes, para unos, y de las alegrías, para otros. Después están aquellos que se quedarán en tierra de nadie, esos que ni siquiera llegan a comparsas porque no les va a votar casi ni la familia. Son quienes llegaron a la política como los grandes salvadores, dando lecciones a diestro y siniestro y que después se convirtieron en lo más abyecto de esa  misma política que decían venían a regenerar.

Es lo que tiene el creerse el ombligo del universo y hablar ex cátedra, que cuando te descubren, y te acaban descubriendo, los electores te ponen en tu sitio. Y eso es justo lo que les va a pasar a los naranjas, que van camino de pasar a la historia del olvido más rápido que la mascota más fea y menos original que ha tenido nunca un mundial del fútbol, y mira que las ha habido malas. Las municipales del 28 de mayo enviarán al cajón del olvido a estos naranjitos de la política, por más que alguno quiera seguir haciéndose notar como si a alguien, todavía, le importara lo que dice. La mentira tiene las piernas muy cortas, incluso las de aquellos que se creen más listos que nadie.

Y mira que hay listillos en esto de la política. Todos aquellos que encuentran cualquier excusa para no marcarla, es decir, casi todos. Esos a los que la campaña electoral les está viniendo de perlas para hacer que hacen, pero que no hacen nada. Uno mira a las Cortes, a ese mausoleo que se asienta en la avenida de Salamanca de Valladolid y se pregunta ¿qué están haciendo sus 81 procuradores durante este tiempo de campaña electoral? Porque la suya, su campaña, fue el año pasado, concretamente en febrero, y terminó el día 13 de ese mismo mes. Descontados los del Gobierno de la Junta, el resto ni la marcan. Vamos, que ni están ni se les espera por su lugar de trabajo, las Cortes, pese a que, en algunos casos, se embolsan más de 100.000 euros de salario público. Y todo, por hacer que hacen, cuando en realidad no la marcan. Claro que los de la Junta van a ralentí, porque van a ralentí y alguno ni eso, miren sino a la Consejería de Agricultura, más seca que el campo, o a la Vicepresidencia. En esto, todos tienen mucho que callar.

Eso sí, ya es hora que desde el principal partido de la oposición se pongan a trabajar. Empezando por su líder, Luis Tudanca, quien con la campaña encuentra la excusa perfecta para no tener ni que  esforzarse para los minutejos de gloria de invertención cada 15 días en los plenos. Estaría bien que se pusieran a trabajar por lo que se les paga, al menos un poco, aunque sólo sea por disimular que hacen algo. Eso sí, cuando empiecen que lo hagan con cuidado no les vaya a dar un esguince de pulmón. Pero no lo harán porque la campaña electoral les ha dado la excusa perfecta para no hincarla.

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