Los cheques chuletón
SERÁ POR cheques. Que estamos en campaña. Bonos, cheques, viviendas…Nos los quitan de las manos. Hay que apoyar todos los sectores y también el ganadero. Hace unos días la Organización de Productores de Leche proponía la «operación chuletón» que, aunque parezca una película de Santiago Segura, es una iniciativa para combatir la caída de precios del sector lácteo a través del sacrificio de 40.000 vacas lecheras en Castilla y León.
El caso es que, aprovechando la lluvia de millones con la que pretenden taparse todos los problemas en campaña, Asaja ha cifrado nada menos que en 1.000 millones de euros las ayudas necesarias al sector del campo en Castilla y León. Hacen bien los dirigentes de Asaja, que ya son veteranos de guerra en esto de las ayudas y se las saben todas, en tratar de aprovechar las circunstancias electorales para beneficiarse de la generosidad del Gobierno con los fondos europeos. Será por dinero. Por qué no regalar a los jóvenes un cheque-chuletón para consumir por toda España viajando gratis en inter-raíl, comprando en la nueva cadena estatal de supermercados «El precio justo» y durmiendo de gañote en las viviendas del Sareb. Así podría cerrarse el círculo del despropósito financiado con fondos europeos.
Sólo falta, como dice la de Ciudadanos, que el Gobierno decrete que, para reducir la presión fiscal, el voto al PSOE en las próximas elecciones se pueda desgravar en la declaración de Hacienda. Europa va a acabar siendo la tabla de salvación del presidente Pedro Sánchez, tanto en lo que se refiere a la gestión cortoplacista, mezquina y electoralista de los fondos europeos para callar la boca con todo tipo de cheques y ayudas a cualquier sector que proteste; como en su condición de lanzadera de la imagen internacional de Sánchez a través del aprovechamiento egocéntrico de la Presidencia de la Unión.
Entretanto los productores, ganaderos y agricultores de Castilla y León siguen perdiendo poder adquisitivo y margen de negocio mientras el precio de los productos agroalimentarios se multiplica en los supermercados.
Entre la sequía y la especulación vamos a acabar bebiendo coca cola y comiendo algas mientras contemplamos la ruina de un sector al que se le niega el futuro y el relevo generacional. Y luego nos lamentamos por la despoblación rural. Por mucha conexión 5G que se extienda a zonas rurales, sin agricultores y ganaderos el campo y nuestros pueblos están condenados a la extinción pero, hasta entonces, que no pare la fiesta, ni los cheques. Paga Europa.