Pedro Barato nos sale caro
UN POCO HASTA el mismísimo lúpulo estamos de cosechar un par de apocalipsis por semana. Por si no bastaran los gurús económicos del PP que cada quince días ven surgir en el horizonte económico a cuatro jinetes armados con guadañas y el ojete apretado por la catástrofe laboral que nunca llega, cada cierto ciclo, como la remolacha, amanecen, que no es poco, los siempre tremendistas de ASAJA, una horas antes que los de la UPA, la COAG y otras siglas campestres, pero no campesinas. Los ASAJA brotan antes porque son la España que madruga. En días la catástrofe del cereal ha transitado de una pérdida de cosecha del 30% al 70%. O lo que se les ocurra según el tremendismo que haya que consumir. Esperemos al recuento, no vaya a ser éste como lo del economista de cabecera del PP de Pablo Casado, y ya divorciado del PP, Daniel Lacalle (de en medio), que la última vez que acertó algo se pagaba en perronas, de las de furaco en el centro con las que anillábamos la cuerda de la peonza. Un día dicen que no va a a haber leche. Y sube la leche ¡Son la leche! Otro día, que no va a haber pollos. Suben los pollos ¡Menudo pollo! Al siguiente que no va a haber huevos. Suben los huevos ¡Hay que tener huevos! Y ahora que no va a haber cereal. Suben los macarrones ¡Un poco de pasta basta! Y mientras, el consejero del ramo y la mata, Gerardo Dueñas (de su destino) no dice ni pío tras un año en el puesto (que tengo allí), mientras vuelve a reír la primavera. Hasta un bebé de un año balbucea. Va siendo hora de soltarse a hablar y al menos pronunciar algo así como Pa-pá, ma-má o sugus de Suchard. El caso es que no hay tanto jinete para tanto apocalipsis. Nunca llovió a gusto de todos, pero tampoco se puede andar como el perro del hortelano, que el que no llora no mama (subvenciones sindicales agrarias). Otro apocalipsis de esos y sube hasta el papel higiénico, como lo hizo el aceite de girasol. Pedro Barato nos sale caro. Si os dieran un azada, otro gallo cantaría.