Diario de Castilla y León

EDITORIAL

Un desembalse poco o nada justificado en tiempos de sequía

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EL PANTANO de Riaño es de los más grandes de España y su agua, además de la energía que genera el propio embalse de la reserva natural de la montaña leonesa, está destinada para el regadío. Así nació, pese a la polémica que generó su construcción y posterior cierre. Y pese a todo, pese a ese concepto de que su agua iba destinada al riego todavía hoy, más de 30 años después de su cierre, no se han desarrollado en su totalidad las zonas de regadío para las que está destinado. Una situación que no viene a restar un ápice de la importancia que tiene el agua del pantano de Riaño para el regadío de los campos y de los cultivos.

De ahí que resulte del todo punto incomprensible, como bien señalan las organizaciones agrarias, que se esté desembalsando agua no para el riego, sino para llenar la presa de Ricobayo en Zamora y alimentar su producción eléctrica. No tiene sentido alguno que, mientras la CHD plantea ya restricciones para el regadío en algunas zonas de la cuenca como el bajo Duero y el Pisuerga, sea la propia Confederación quien permita y realice esa salida de agua de Riaño para engordar la energía en Ricobayo. Y no sirve decir que ese agua no riega el bajo Duero o las zonas donde ya hay restricciones para el riego, si es que así fuera. 

Las organizaciones agrarias exigen explicaciones a la Confederación Hidrográfica del Duero y lo hacen con toda la razón y todo el sentido. La CHD tiene que atender esta petición de explicaciones que reclaman los agricultores y ganaderos. Nadie duda que, quizás, pueda estar justificado este desembalse hacia Ricobayo, es decir que exista una razón técnica que lo haga necesario, pero debe explicarse, si es que existe. Y no vale el argumentar que no se está haciendo para eso. Entre otras cosas porque la pregunta de las Opas es cuál es la razón del desembalse de un agua de riego para otra cosa, generación de energía como es el caso, que no sea el propio regadío.

Si hay sequía, que la hay como puede observarse, la prioridad de todo el agua embalsada debe estar fijada para el consumo y el riego. Así lo exigen las organizaciones agrarias pero, también, el sentido común. De ahí que se tenga que frenar ese desembalse y, además, explicar  por qué se ha hecho, cuál o cuáles son las motivaciones técnicas que hacen que en tiempos de sequía se desembalse para otra cosa que no sea el consumo y el regadío.

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