Mejorar la productividad frente a las listas de espera en pruebas médicas
la sanidad pública de Castilla y León cuenta con sofisticados aparatos para diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los pacientes que suponen inversiones muy elevadas. El esfuerzo realizado en salud siempre merece la pena y la posibilidad de diagnosticar enfermedades con eficiencia y antelación supone salvar vidas y atajar problemas de salud cuando es más fácil la reacción. Este principio choca en ocasiones con la realidad de las listas de espera. Evidentemente, cualquier prueba requiere un tiempo de realización medio por paciente y la disponibilidad de la máquina es, por tanto, siempre limitada, al margen de los tiempos en que tenga que estar inactiva para mantenimiento. Pero de lo que no hay duda es que de que cuanto más tiempo puedan estar en funcionamiento, más pacientes se atenderán y mejor cumplirán la función para las que fueron compradas. Por ello, el plan experimental que ha puesto en marcha Castilla y León para hacer resonancias magnéticas sin contraste durante la madrugada es atractivo simplemente en su enunciado, por buscar mejorar la productividad de la maquinaria en la que se ha invertido, y además en el resultado obtenido hasta la fecha, que es una reducción de la lista de espera de 12 días en el hospital vallisoletano Río Hortega, que es donde se empezó con el programa piloto el pasado mes de noviembre.
El plan ya se ha comenzado a extender a otros hospitales y en el Clínico, también de Valladolid, se iniciaron las pruebas nocturnas el pasado 18 de abril. La previsión de la Consejería de Sanidad es que la experiencia se traslade también a los hospitales de León, Salamanca y Burgos. Los datos del resultado en el Río Hortega son todavía provisionales, pero una reducción de 12 días en la lista de espera es lo suficientemente relevante como para profundizar en la experiencia. Lógicamente, existen otras limitaciones, como la disponibilidad de personal para realizar las pruebas, y por ello ha sido necesario contratar nuevos técnicos para ocuparse de las resonancias nocturnas y añadir un médico de guardia para tener capacidad de reacción ante cualquier problema que pueda surgir. Además, es posible que el horario no se adecuado para determinados pacientes, pero eso será el personal sanitario el que mejor criterio tenga a la hora de recomendar horarios. En cualquier caso, obtener mejores rendimientos de máquinas que suponen inversiones cuantiosas y, sobre todo, reducir las listas de espera, merece explorar todas las posibilidades.