Decisiones estratégicas en la frialdad de la política
LAS elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y a punto de quemar una de sus etapas más importantes, la de la elaboración de las listas. Por un lado, hay que intentar llegar al mayor número de municipios, todos los de la provincia si es posible en el caso de los dos grandes partidos y, por otro, afinar mucho más en las candidaturas de las grandes poblaciones. Ni lo uno ni lo otro es fácil y el trabajo que en este sentido se realiza en los partidos quizá no esté suficientemente valorado. En la capital soriana ya se han desvelado las candidaturas de populares y socialistas. En los segundos, el proceso ha sido menos emocionante, pues el alcalde, Carlos Martínez Mínguez, es lo fundamental y luego el acompañamiento que decide tiene menor relevancia. Lo novedoso siempre se lleva la mayor atención y en el caso del Partido Popular la apuesta por una persona independiente, sin experiencia política previa (sí en el asociacionismo y en la empresa), ha sido lo más noticioso en la configuración de candidaturas. Belén Izquierdo está apadrinada por el presidente del PP provincial, Benito Serrano, y ha tenido que perder pronto la inocencia en la política, al enfrentarse primero a quienes les molesta que se elija a alguien ajeno al partido y después a las siempre latentes luchas de poder entre los populares sorianos, que en los últimos años no se les recuerda como bloque, sino como una dos o tres facciones, sin descartar la cuarta. También ha descubierto pronto que en política el partido se juega hasta el último minuto, porque a escasas horas de cumplirse el plazo al que se comprometió para entregar su lista elaborada se enfrentó a tres fugas repentinas, casi sin tiempo para reaccionar. Quizá por eso aparezca un primo en la lista o se haya rescatado a alguna vieja gloria para cubrir el expediente en ambos casos. Luego están las explicaciones que se dan, pues al parecer esos cambios tan de última hora forman parte de la estrategia, que a veces puede representar frialdad o al menos deja helados a algunos. Como se debió quedar la cabeza de lista al ver que en unas horas se le caía una parte de la candidatura y tenía que buscar sustitutos a la carrera. La candidata popular en la capital soriana está teniendo un curso acelerado de política orgánica sin pertenecer siquiera del todo a un partido, o quizá por eso. El caso es que por unas estrategias o por otras, ha tenido que descubrir que las batallas electorales se juegan primero en casa y luego ya se sale a por los votos que acumular en las urnas. Su reto es muy difícil, porque se enfrenta a un alcalde con muchas tablas y varias mayorías absolutas a sus espaldas, pero también porque es una apuesta personal de alguien y seguro que no todos están conformes y algunos habrá que no estén dispuestos a echar una mano. Hasta, por estrategia o por el frío deseo de venganza, habrá quien se alegre más de un mal resultado para el partido en el que milita, porque así surgen otras oportunidades.