Génova quiere que Iglesias presida la Diputación
Ha tenido que venir una jueza a convocar el congreso del PP de Salamanca que no convocó su hasta no hace mucho presidente, Javier Iglesias, a la sazón presidente de la Diputación de Salamanca hasta el próximo mes de junio. Es lo que tienen el retardo y la lentitud, que cuando menos te los esperas llega una cautelar y te espolea. Debe ser lo que llaman la judicialización de la política. Es lo que tiene el Estado de Derecho, que da derecho a la judicatura a meter el cuezo en todo. Su señoría, del 5 de Instrucción de Salamanca, ya venía caliente tras la vista a la que razonadamente no acudió Núñez Feijóo, pues el tal actual presidente de los populares ni pinchaba ni cortaba, ni el bacalao ni el rodaballo en los tiempos procesales del asunto. Su señoría quería a Feijóo en la sala, que viste mucho. Y Feijóo se hizo el gallego, como mandan los cánones. Y por eso le dedica unas prosas el auto de cautelares. Esa manía de algunas señorías de impregnar de opiniones los actos jurídicos, como si los juzgados fueran una cuenta de Twitter. Lo que les mola a algunos jueces el estrellato desde que amaneció Garzón en la operación Nécora, que no llegó ni a cangrejo a cuenta de la desastrosa instrucción de la estrella rutilante. El caso es que el PP tiene que hacer congreso por el artículo 33, y no precisamente de los estatutos. Es el único PP sin renovarse en tiempo y forma. Es normal que su señoría también se soliviante cuando le argumentas que no pudiste hacer el congreso por la pandemia, como si Salamanca estuviera en la Comunidad Autónoma de Wuhan. El caso es que a Iglesias, dice él, Génova le ha pedido que repita como presidente de la Diputación. Sí, de la Diputación de Pernambuco, que ya mandan a Pablo Casado a la toma de posesión.