Diario de Castilla y León

JAVIER RAMÍREZ UTRILLA

La estupidez popular

El Común de los Mortales

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NUESTROS poderes constituyentes dejaron muy claro que la soberanía nacional reside en el pueblo pero no dijeron nada de dónde reside la estupidez patria . ¿También en el pueblo? Eso es lo que sin duda piensan nuestros políticos como nos demuestran casi todos los días. Dicen los expertos en  educación que si tratamos a un chaval como si fuera tonto acaba comportándose como si efectivamente lo fuera. Y ya se sabe lo que dicen sobre los patos. ¿Habremos llegado el pueblo soberano ya a ese momento de estupidez irrevocable? Por falta de tiempo no será.Nuestros representantes llevan tratándonos como tontos desde hace más de treinta años.

La última iniciativa del Gobierno de España sobre el delito de sedición es criticable y lamentable desde muchos puntos de vista pero, entre todos ellos tan comentados en estos días, cabe destacar la urgencia con la que pretende tramitarse la supresión de este tipo penal que, con uno u otro nombre, se mantiene en muchas democracias europeas en contra de lo que nos quieren hacer creer. El motivo de tanta urgencia no es otro que el de distanciar semejante aberración lo más posible de las próximas citas electorales desde el convencimiento absoluto de que la gente se olvida de todo en cuestión de cinco o seis meses. Otra vez nos llaman tontos a la cara sin despeinarse.

Está claro que el Gobierno de Sánchez es consciente del impacto electoral que puede tener el cabreo generalizado de gran parte de españoles que asisten atónitos a la enésima rendición de nuestro Gobierno a los chantajes independentistas. Pero nuestro Gobierno también está convencido de que para cuando lleguen las elecciones bastará una intensa campaña, unos cuantos viajes de sus ministros por las comunidades autónomas y tres o cuatro encuestas de Tezanos para que todo el mundo haya olvidado esta nueva y consentida victoria del independentismo. No pasa nada. Por grave que sea lo tramitamos rápido como proyecto de ley y en primavera ya nadie se acuerda.

Se trata de una situación que no es nueva. Llevamos muchos años sufriendo las permanentes promesas incumplidas en campañas electorales en las que se nos engaña como a niños pequeños. Nos venden anualmente los presupuestos como si fuera la lotería tratándonos de memos al ocultarnos su grado de ejecución. O nos presentan encuestas convencidos de que la gente vota como borregos a los que aparecen primeros simplemente por inercia o puro gregarismo social. Actúan convencidos de que la estupidez, como la soberanía, reside en el pueblo Ya veremos si tienen razón.

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