Grado en Medicina
LOS GRANDES avances de la humanidad han sido fruto de la curiosidad humana. Fueron personajes como Hipócrates o Galeno, en el campo de la medicina, los que observaron y comprobaron qué técnicas servían para la cura de las personas. Y desde hace siglos, esta habilidad se ha canalizado a través de la investigación en diferentes centros de estudio especializados. La salud ha sido, es y seguirá siendo la principal preocupación en una sociedad, pues de ella depende el vivir bien o el malvivir. La sociedad castellanoleonesa ha estado sometida a un estrés y presión fuera de lo común por la Covid-19 y ha puesto sobre la mesa lo que se intuía desde hace años, la falta de medios personales para que el servicio sanitario público sea eficaz y eficiente en un mundo lleno de turbulencias epidemiológicas.
Recientemente, el Rector de la Universidad de Burgos ha reivindicado para Burgos el Grado en Medicina. Lo mismo ha hecho el Rector de la Universidad de León para su campus académico. El partido socialista en las Cortes de Castilla y León ha destacado la necesidad de que la ciudad de Burgos no solo cuente con un hospital universitario, sino con su Facultad de Medicina. Es por ello por lo que elevará a las Cortes una iniciativa para exigir a la Junta la implantación del Grado en Medicina en las tierras del Cid. En el último pleno del Ayuntamiento de Burgos, a propuesta del partido socialista, los corporativos, por unanimidad de todos los grupos municipales, han aprobado instar a la Junta de Castilla y León para que comiencen los trámites necesarios que permitan implementar en la universidad pública de Burgos una nueva Facultad de Medicina.
Es indudable que todo lo relacionado con el mundo de la salud, especialmente desde hace dos años y medio, ha pasado a primer plano. La sensibilidad de la ciudadanía y sus prioridades han cambiado radicalmente. Y el artículo 43.2 de la Constitución española está más de moda que nunca: «Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios». Para que se pueda dar cumplimiento a este mandato constitucional es imprescindible formar, en una universidad pública, a los profesionales que permitan una sanidad pública, universal y de calidad. Serán ahora las Cortes de Castilla y León las que decidan dónde, cómo, cuándo y por cuánto.