Diario de Castilla y León

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La terrible sucesión de incendios forestales de este verano en Castilla y León ha provocado un daño económico, paisajístico, social y hasta emocional difícil de describir. El dolor del fuego va más allá de la devastación sufrida y conecta directamente con lo más íntimo de los recuerdos, las vivencias y las emociones de las personas. Pero no sólo los incendios forestales prenden últimamente en nuestra Comunidad con facilidad. En un ámbito mucho más terrenal y cada vez más mezquino como es la política, los incendios son cada vez más frecuentes. El último con motivo de la brillante ocurrencia energética del Gobierno de Sánchez en forma de Decreto sobre medidas de ahorro. Una chispa más que prende con facilidad en el gobierno regional y que se une a otros fuegos políticos como el del diálogo social, las políticas de género, la memoria histórica, el lenguaje inclusivo o, paradójicamente, la  prevención de incendios.

Cabe preguntarse si estos otros incendios no son más que otra consecuencia natural de los gobiernos de coalición. Siempre ha habido noticias, acontecimientos o declaraciones que han provocado incendios políticos pero está claro que ahora son mucho más frecuentes y duraderos. Empezando por la tendencia del anterior Vicepresidente a meterse en todos los charcos y continuando por las notables diferencias del actual gobierno en distintas materias, el caso es que el Gobierno de la Junta vive en permanente estado de alarma por riesgo máximo de incendios.

La política ha cambiado mucho en este sentido porque es evidente que los Gobiernos de coalición son un terreno propicio para que cualquier chispa provoque incendios mucho más graves de los que se vivían en época de mayorías absolutas. Entonces el Presidente contaba con una figura fundamental en la gestión eficaz del día a día, en la adecuada coordinación de los Consejeros, en la necesaria disciplina de gobierno y en la prevención de cualquier fuego político: la figura de un Vicepresidente del mismo partido y, por ende, de la máxima confianza. Una figura de la que se ha visto privado el actual Presidente de la Junta  y que tradicionalmente ha permitido ese tándem de poli bueno-poli malo en un clásico reparto de papeles que tan buenos resultados ha dado en la política regional y nacional. Un tándem que se hace prácticamente imposible en los gobiernos de coalición por su propia naturaleza. Además, junto al Vicepresidente, siempre ha habido dos o tres «Consejeros-bomberos» especializados en acudir de inmediato a apagar cualquier conato de incendio que pudiera quemar mínimamente la imagen del .líder regional. La labor del bombero es, como estamos viendo a diario, muy dura, difícil y sacrificada pero resulta imprescindible. También en política.

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