¡Así es la España hueca!
LOS PRESOS DE ETA se acercan al País Vasco como paso previo a quedar en libertad… No son los que cometieron banales fechorías. Ni los presos magnánimos con quienes la sociedad perversa y maliciosa ha tomado revancha. Son los que el ministro Marlaska, con el beneplácito de un gobierno, va acercando al País Vasco para dar cumplimiento a los deseos de Bildu, a los pactos con Bildu y a los programas de Bildu. Son presos insensibles y sanguinarios que mataron a sangre fría a seres humanos inocentes. Son seres desalmados en extremo, que celebraron la muerte y que aun la celebran. Verdugos indeseables que no ansían la paz y que jamás la ansiaron. Y por si fuera poco todo esto, el nuevo Fiscal General del Estado cree que los delitos por la muerte de Miguel Ángel Blanco ya han debido prescribir. Hay que joderse con el gobierno que gobierna para el memorial de una banda terrorista que ahora ya no existe, porque eso es lo que nos dicen las voces autorizadas. Es la herencia podrida de la ETA que acabó con la vida de cientos de inocentes y con casos que no han esclarecido y que ya no interesa que esclarezcan. Es la vida al revés: los verdugos los buenos y las víctimas los malos.
Pero los crímenes del franquismo, que los hubo, claro que los hubo, pero aun no han prescrito, porque la Ley de la Memoria Democrática nació para recordarlo y perseguirlo, aunque los asesinos de ambos bandos estén muertos y enterrados. Es el gobierno que trata a Felipe González -uno de los presidentes que afianzaron la democracia- como si hubiera sido conspirador y albacea de aquellas fechorías… El presidente del gobierno se ha perdido en sus propios vericuetos y no sabe qué hacer para ganar las elecciones que ya no va a ganar. Es ese presidente que ahora representa el caos y la desidia. Es el ser-instrumento que dulcifica a Bildu y a todo lo que encarna la eclosión de un estado de inconsciencia ¡Evocaré a esos lobos que vestían con pieles de cordero! Así es la España hueca y sin sentido, la España que está enferma, la inspiró a Machado para evocar a aquellas «DOS ESPAÑAS» que hielan corazones...
El presidente Sánchez se pliega a casi todo para seguir gobernando, a la política lingüística que instan los catalanes, a las exigencias impositivas y presupuestarias de sus socios de Podemos, a que llegue a cuestionarse la sentencia del Tribunal Supremo en el caso de los ERE de Andalucía y a que los pactos con Bildu repesenten la panacea…Esto es lo que tenemos.