La progresía reputa
NI caso. De no haberlo certificado el Arcipreste de Hita, yo no lo pondría aquí. Pero esto escribió el famoso clérigo: «Aristóteles dijo, y es cosa verdadera, / que el hombre por dos cosas trabaja: la primera, / por el sustentamiento, y la segunda era / por conseguir unión con hembra placentera». Dicho en español moderno, que nos comemos el seso con dos tipos de hambre: el manduca bobis y la jodienda vobiscum. Por esto –ahora que el sustentamiento cuesta tanto y no pocos pasan hambre– Pedro Sánchez, que es tan equitativo e igualitario que parece que le han hecho al bies un tiralíneas y una regla del tres en Viernes Santo, quiere que el puterío se equilibre con las ganas de comer. Ya le ha dado órdenes al «monaguillo» Tudanca para las Cortes de Castilla y León: que no haya putas en el sentido tradicional del término. Pero sí en el moderno: que sea todo a la medida de lo que la progresía reputa. A pasar hambre general toca. Lo entiendo perfectamente. Como ya no pueden desenterrar dos veces a Franco del Valle de los Caídos, ahora tienen que hablar de las putas con el bote de humo. Al no ser creyentes, y no pueden presumir de haber ido a misa, pues alardean de ser buenos porque van a quitar el putiferio por decreto. Lógicamente, uno podrá acostarse con una del oficio si ésta dice sí y el cliente firma, con anterioridad, que el servicio lo pagará la Seguridad Social en modo y forma. O sea, nosotros. ¿Y los que estamos jubilados? También, pues esto es como pagar el peaje de la autopista no teniendo coche. ¿Y qué dirán las / los / les del oficio? Qué sé yo. Como no hay trabajo normal, pues a lo mejor quieren meterse a ministras/os/es, a consejeras/os/es, a procuradoras/os/es, o vete tú a saber. En fin, que como esto es una brevería, aquí paro el carro no sea que en vez de arcipreste me conviertan en diana/o/e de la censura. Y no.