Switch, obligada a aclarar la relación con el ex viceconsejero
Está claro que la multinacional Switch Mobility ha entrado derrapando en Castilla y León. Un patinazo en toda regla que se podían haber ahorrado no propiciando el escándalo de la contratación del ex viceconsejero de Ciudadanos que participó en el desembarco de la multinacional india en Castilla y León. Está claro que la contratación, de forma externa o interna, porque la compañía se ha agarrado al oscurantismo para no clarificar lo que tiene que clarificar, de David Martín vulnera la ley del alto cargo que redactó en impulso su propio partido, Ciudadanos, más allá del escrito con el que trata de avalarse firmado por una interventora de la Junta nombrada también por Ciudadanos. Pero más allá del estatuto del alto cargo, que está claro que los dirigentes de Ciudadanos, con David Martín a la cabeza, elaboraron para ponerle la lupa de la ética a todo hijo de vecino pero para pasárselo por el forro de sus caprichos cuando les compete a ellos, lo que está claro es la repugnante falsa moral con la que se ha movido y se sigue moviendo Ciudadanos en Castilla y León. Evidentemente esa gruesa incongruencia es lo que les llevó a la práctica desaparición tras las elecciones de 13 de febrero. Y evidentemente los comportamiento como los del abulense David Martín, estrecho y activo colaborador en todas las intrigas perpetradas por Ciudadanos dentro del anterior gobierno, certifican que la ruptura del pacto y el adelanto electoral fue una decisión incluso tardía por parte de Mañueco.
David Martín y Switch tienen que aclarar cuál es su relación contractual. Porque un día es una cosa y otro día otra. De hecho, el propio Martín en el aval que pide a la interventora designada por su partido deja abierta la puerta a trabajar para Switch como contratado o como asesor externo. Lo segundo sería más grave todavía que lo primero y podría vulnerar ya no el estatuto del alto cargo, sino el código penal, según fuentes jurídicas de la Junta consultadas por este periódico.
Lo que tiene que hacer David Martín es dar la cara, que la tiene, a la vista de los acontecimientos, de hormigón armado. No esconderse detrás de Igea, que, por otra parte, flaco favor le hace saliendo en su defensa. Y Switch, una empresa que tramitará subvenciones y declaraciones favorables de las administraciones, tiene que aclarar que relaciones y negociaciones mantuvo con David Martín cuando era el número dos de la Consejería de Industria y Empleo. Porque las mantuvo. Esta no es una puerta giratoria. Es uno de lo asuntos más apestosos que ha dado la política en los últimos tiempos en Castilla y León. Especialmente grave es el asunto viniendo de quienes día a día se dedican a ofender a los ciudadanos con sus arengas y sermones moralizantes, que luego arrojan por la taza del váter cuando los asuntos les afectan a ellos. La actuación de la fabricante de autobuses eléctricos, de momento, tiene muy poco de salubre en lo que a política se refiere. En la India no sabemos, pero la ley del silencio aquí sirve para autoinculparse.