El temor por el futuro
ESTE jueves los leoneses se han manifestado en la capital, Ponferrada y Villablino, con miles de personas reclamando un futuro para la provincia. El temor al futuro es evidente en León, pero debido a la decadencia que se vive en el presente. En el lugar en el que se escribe esta columna, Soria, hace ya mucho tiempo que se viven las consecuencias de un futuro que en otros lugares temen. Aquí, el presente muestra ya rasgos que provocan más que inquietud, porque la despoblación se nota en cuanto se pasa por cualquier pueblo de la provincia. Es curioso que Soria, que lleva tiempo alzando la voz para reclamar posibilidades de futuro, y León, con importantes manifestaciones el jueves para lo mismo, tengan esta legislatura un grupo parlamentario compartido por sorianos y leoneses, por Soria Ya y por la Unión del Pueblo Leonés (UPL). Es cierto que la situación de una provincia y otra no tienen nada que ver si se atiende a los números sobre población del Instituto Nacional de Estadística, pero por ello no deja de ser una realidad el declive de los leoneses. La duda que surge es si hay más posibilidades de futuro a través de opciones políticas locales. Los ciudadanos parece que optan por ellas, por el crecimiento de UPL y por la impresionante irrupción en política de Soria Ya, la primera fuerza soriana de la noche a la mañana. Las ocho o nueve, según las fuentes, provincias que componen Castilla y León deberían tener más futuro a través de la unidad, mediante un proyecto común e, inevitablemente, los localismos acaban atacando esa idea, por muy buenas intenciones que se tengan y por mucho que se declare que se busca lo contrario. Mientras, la Junta que preside Alfonso Fernández Mañueco, se esfuerza en explicar sus proyectos y su compromiso con todas y cada una de las provincias, incluidas Soria y León, a las que es cierto, al menos en el caso soriano, que se ha dedicado una especial atención. Pero algo falla, porque los resultados no han sido los adecuados. Mientras, desde el Estado se mantienen las promesas de acciones contra la despoblación, con tanta ambición de poner en marcha un gran abanico que no es capaz, desde hace más de un año, de arrancar la que más a mano tienen para Soria, la fiscalidad diferenciada autorizada por la Unión Europea también para Cuenca y Teruel. Así que el temor por el futuro no disminuye, sino todo lo contrario.