Diario de Castilla y León

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ES YA todo un tópico hablar de la diferencia del tiempo en la política y en la vida normal. Ha habido cambios, sin embargo, en el ritmo de la vida política, que la hacen ya trepidante. En los últimos años, los giros se producen casi de la noche a la mañana y aparecen y desaparecen partidos que se hunden justo después de estar a punto de tocar el cielo o de haberlo tocado realmente. El último ejemplo de la velocidad en producirse los acontecimientos es el Partido Popular, donde estallaron las mayores hostilidades que parecían anunciar una larga batalla y luego todo acabó en un guerra relámpago, al menos por la velocidad en que se produjo la rendición de una de las partes. En medio, lo que sucedía en Castilla y León, que había sido el centro de la atención política con sus elecciones y sus resultados, quedó solapado, pero el proceso de formación de una coalición inédita en España entre el PP y Vox continuó y las noticias de la elección por aclamación de Alberto Nuñez Feijóo en el PP y la investidura de  Alfonso Fernández Mañueco, el próximo lunes, han convivido y se han interrelacionado, sobre todo porque así lo quiso Santiago Abascal. El caso es que, con todo produciéndose de forma tan veloz, la sensación es que no empieza una nueva etapa, sino varias, en el mismo PP. La etapa de Feijóo nacional y la de Mañueco en una coalición con Vox están claras, pero puede que haya otras aún por ver o algunos forzando porque se produzcan. Por ejemplo, en Soria, donde se cerró un congreso con una candidatura de consenso, resulta que algunos aprovecharon la caída de Pablo Casado para animar a la caza de brujas en el partido provincial. Pedir responsabilidades, llamaron algunos a sus deseos, aunque más bien parecía un anuncio de ‘vendetta’. Sin embargo, los nombramientos de Feijóo en elPP, con mucha Andalucía y mucho Madrid en la primera línea del partido han descolocado también a algunos que no saben cómo interpretar que los elegidos en Castilla y León sean dos políticos que parecen más de la época de Herrera que de la actual en lo que a respaldo orgánico se refiere. Como poco ha generado dudas, así que en los que preconizaban no una nueva etapa en el PP soriano, o seguir en la de siempre, en la del enfrentamiento interno permanente, se han quedado un poco parados, aunque, eso sí, manteniendo el cuchillo sujeto entre los dientes.

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