Marihuana y resurrección
CUANDO se cosecha llega el momento de la alegría, si es satisfactoria, y en la historia de los seres humanos se relaciona con un momento festivo, de agradecimiento a las divinidades correspondientes. De cosechar se sabe mucho en esta tierra, pero no todos los cultivos son iguales. En Soria hay uno novedoso y del que no muchos agricultores tendrán conocimiento sobre sus ciclos. En Garray, en unos modernos invernaderos que durante años se produjeron rosas, ayer se empezó a recoger la primera cosecha de marihuana. Por fin llegó la cosecha. Ha estado a punto de perderse por el retraso en las inversiones necesarias para llevarla a cabo. El cultivo está destinado a los laboratorios, porque el cannabis soriano es para uso medicinal. Las tres mil primeras plantas repletas de flores se han recogido ya y hay otras 6.000 esperando a los empleados de la firma, Ondara, de capital estadounidense que ha tenido a todos en vilo por si ponía o no el dinero necesario para la cosecha después de quedarse con los invernaderos a muy buen precio en el proceso concursal de la empresas de rosas, Aleia. La marihuana puede permitir que siga la actividad en unos invernaderos que han estado a punto de cerrar, pero la caída del empleo es brutal. Quedan 70 trabajadores de los más de 350 que había hace cuatro años y habrá que ver lo que da de sí el negocio de las flores del cáñamo para los laboratorios farmacéuticos. Al menos, la actividad, aunque se haya reducido, no ha muerto, aunque la resurrección es todavía incierta. Quizá sea la cercanía de la Semana Santa que ha influido en los proyectos de Soria, porque hay otro que parecía muerto y casi enterrado, el polémico de la macrovaquería de Noviercas, porque la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) había dicho que no había agua para las 20.000 vacas que se quieren poner, que también resucita. Tras concluir la fase de alegaciones al proyecto del plan hidrológico, la CHD rectifica y afirma ahora en el nuevo borrador de plan que hay agua más que suficiente. Así que la polémica vaquería renace cuando parecía muerta. Ahora el caballo de batalla estará en la contaminación de las aguas que denunciarán los que no quieren ver tanta vaca junta y que la cooperativa que promueve el proyecto niega por las inversiones previstas en depuración de los purines, los que promete convertir en agua para riego. Será otra batalla, pero de momento el proyecto resucita en la misma semana que el de la marihuana para uso medicinal.