Diferencias en las campañas
HAY quienes acostumbran a decir que todas las campañas electorales son iguales, que apenas hay diferencias y que sirven para poco. Por lo general, no es cierto. Todas tienen sus peculiaridades y lo que sucede durante estos días en los que los políticos se lanzan a las calles suele tener influencia en la decisión última de un número elevado de votantes, sobre todo en esos que en las encuestas dicen no saber a quién van a votar. La campaña para los comicios del 13 de febrero tiene una diferencia muy clara en Castilla y León con todas las anteriores, y es que la Comunidad se ha convertido en el centro de atención de los medios españoles y ha provocado una mayor presencia de los líderes nacionales por el territorio castellano y leonés. Esas visitas se hacen para mostrar el apoyo al candidato a la presidencia y a los cabezas de listas provinciales mediante una foto fácil, o cuya única dificultad es que no la estropee uno de esos líderes o caciquillos locales, depende el caso, que se empeñan en ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro y por salir ellos en la foto con el jefe que viene de visita no dudan en tapar al candidato provincial para el que se ha montado el tinglado. En otros casos, como sucede en Vox, al cabeza de lista provincial se le tapa o al menos se le silencia adrede, ya que lo que cuenta es la marca y los líderes nacionales. Los nervios también son comunes a todas las campañas y muchas veces se desarrollan al ritmo de las encuestas, aunque siempre hay casos de políticos que no necesitan elecciones para perder los nervios y otros que los tienen de acero. Otra de las particularidades de estos comicios es el caso soriano, con atención también nacional e internacional, por el caso de la España Vaciada metida en política, en este caso a través de la veterana como movimiento social y novata como agrupación política Soria Ya. En Soria ha provocado nervios en los partidos tradicionales, porque las encuestas les dan un buen resultado: uno, dos y hasta tres escaños de cinco, que saldrán inevitablemente de los que consiguieron PSOE (3) y PP(2) en las anteriores elecciones. Si los sorianistas logran representación ya será un éxito, algo que parece probable porque juega a su favor el desencanto con los dos partidos tradicionales. Más difícil, aunque no imposible, será que luego Soria Ya sea decisiva para una investidura, pero no dejará de ser un triunfo entrar en las Cortes, sobre todo de cara a generar una mayor confianza en las posibilidades de éxito en unas elecciones generales.