Diario de Castilla y León

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LA PERSPECTIVA de unas próximas elecciones autonómicas en Castilla y León suponen una buena excusa para afrontar, serenamente, algunas reflexiones. La primera, esa sensación extraña de que para algunas personas, preferentemente los políticos que hacen de ello su modo de vida, y para quienes los rodean con inusitado y entusiasmante regocijo, el origen fue la ideología, su propuesta programática, y después, evolutivamente, un determinado desarrollo neuronal que, oh casualidad (o causalidad, vaya usted a saber) encaja a la perfección con un torrente de predeterminaciones totalmente inamovibles.

Así, militar en un partido político es, más o menos, como ser forofo del Madrid o del Barcelona. Muchos de estos militantes furibundos poco podrían expresar sobre las bases argumentales de su inquebrantable adhesión, casi nada de la historia y germen de la entidad a la que defienden a capa y espada, pero, eso sí, se crecerían con vigor resplandeciente en una infinita cascada de improperios hacia su rival.

El indómito e incierto mundo de las emociones reparte, por razones territoriales, familiares y de diversa índole carnés para su exhibición en los terrenos, entre otros, de la política y el deporte. Y una vez que se le pone el primer sello parece que nada puede revertir la situación, salvo la meramente formal por impago de cuotas. En el ámbito mental resulta más complicada, casi imposible, la baja. Salvo por despecho. O defunción.

Junto con quienes navegan en un mismo barco, incapaces de afrontar siquiera la hipótesis de un trasbordo, incluso cuando la nao encalló estrepitosamente, se encuentra los que hacen del cambio continuo un estilo de militancia giratoria. Ninguno de los dos planteamientos parece sensato. Para el segundo, eso sí, el CIS ha preparado un sabroso pastel demoscópico, muy al estilo Tezanos, con la grasa saturada de su propia ideología. Poco le importa que la salud vascular democrática se resienta. Sus colores le pueden.

Como cura de desintoxicación ante este panorama me he llevado un libro de Sabater al pirineo oscense.

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